El Zoológico Nacional de Washington festeja el sábado el primer cumpleaños de la panda Bao Bao y le darán una torta hecha de jugo de fruta congelada y otras delicias como peras y manzanas para celebrar. La cachorra es apenas la segunda nacida en el zoológico que sobrevive al año.
Tai Shan, el único hermano de Bao Bao, nació en 2005 y regresó a China en 2010. Nicole MacCorkle, encargada de cuidarla dijo que Bao Bao es diferente de su hermano, como por ejemplo ser más distante con los cuidadores.
Cuando nació era de color rosa y tenía el tamaño de una barra de mantequilla, y en un año se ha convertido en un bulto blanco y negro de casi 20 kilos (44 libras) cuya actividad favorita es dormir en un árbol.
Un árbol de cicuta que está en su patio es su favorito, aunque también le gusta jugar con boya azul en forma de cilindro llena de arena, dijo MacCorkle. La cachorra, cuyo nombre significa “preciosa” o “tesoro”, también ha comenzado a comer alimentos sólidos, como la batata y el bambú y recientemente probó la miel por primera vez.
Bao Bao también ha aprendido trucos que ayudan sus cuidadores a conocer su estado de salud, como subirse a la báscula o ponerse en dos patas. Últimamente, responde cuando se le llama por su nombre, dijo MacCorkle, y está explorando su patio un poco más.
“Realmente se está volviendo una osa independiente”, agregó la cuidadora.
El próximo año traerá aún más cambios. Bao Bao dejará de beber la leche de su madre y, al igual que los pandas salvajes de la misma edad, entre el año y medio y los dos años, va a empezar a vivir de forma independiente en su propio recinto.
El zoológico de Washington es uno de los cuatro parques en todo Estados Unidos que tienen pandas, que son un préstamo de China. AP
Foto AFP/AP