Homero Ruiz, diputado a la Asamblea Nacional y Secretario General del partido social cristiano COPEI en el estado Táchira, presentó datos donde se refleja que más del 82,93% de los habitantes de la zona fronteriza rechazan la medida de cierre, que viene implementándose todas las noches desde hace una semana. NP
El parlamentario tachirense informó que se realizó una consulta popular en los municipios Capacho Viejo, Bolívar y Pedro María Ureña del estado Táchira, con más de 1200 entrevistas de persona a persona y un trabajo de investigación, “como resultado 82,93% de los habitantes de estos municipios rechazan la medida de cerrar la frontera. Para los ciudadanos el cierre no acaba con el tema del contrabando, sino que más bien lo agudiza”.
Ruiz añadió que la gente coincide en afirmar que la única solución frente al contrabando es producir más y mejores productos, “que nos permitan auto abastecernos por completo y que además permita la posibilidad de vender los excedentes para el mercado colombiano.”
No rotundo a la captahuellas
De igual manera, el diputado dijo que se le consultó a la gente sobre la implantación del sistema biométrico “captahuellas” para el control en la venta de alimentos y productos de primera necesidad, “le consultamos a los habitantes de la frontera sobre la regulación en la compra de alimentos mediante el uso de las captahuellas y el rechazo fue aún más rotundo, 89,37% de los ciudadanos manifiesta que esta medida no será más que un parapeto. Para ellos los principales responsables del contrabando son los propios organismos de seguridad del Estado, que manejan las grandes mafias y que permiten el paso de camiones y gandolas cargados de productos venezolanos hacia Colombia”.
Señaló que la mayoría de los entrevistados manifestó que la implementación de este sistema les genera desconfianza, ya que podría terminar siendo una medida de control político.
Por su parte, Ignacio Hernández presidente del Concejo Municipal de Ureña, expresó su rechazo a la excesiva militarización en la zona de frontera, “como habitante de la frontera colombo venezolana, debo rechazar la abusiva militarización que viene implementándose en la zona durante los últimos meses. Esta medida lo que ha traído consigo es vejaciones y humillaciones para la gente, que tiene que quedarse callada ante los atropellos constantes de los que son víctima en los múltiples puestos de control”.