La justicia ecuatoriana condenó a 12 años de prisión a seis policías por intentar matar al presidente Rafael Correa durante una rebelión policial en 2010, informó la fiscalía este martes.
Recluidos en una cárcel de Quito, los uniformados habían sido declarados culpables por intento de magnicidio el 1 de agosto, y aguardaban sentencia.
El Tribunal Séptimo de Garantías Penales fijó finalmente una pena de 12 años de prisión para cada uno de los acusados, según un comunicado de la fiscalía.
La justicia les impuso el máximo castigo previsto en la ley por tentativa de magnicidio.
Los policías fueron acusados por la fiscalía de intentar asesinar a Correa cuando se refugiaba en un hospital del norte de Quito el 30 de septiembre de 2010.
“A estas personas se les puede ver en los videos con armas, tapados el rostro y dispuestos a disparar contra el mandatario”, dijo en su momento el fiscal del caso, Gustavo Benítez.
El mandatario fue rescatado del hospital por militares que se enfrentaron a policías subordinados en protesta por una reforma salarial.
La revuelta de los uniformados, que se extendió por varias horas, dejó diez muertos y 274 heridos. El mandatario ecuatoriano y la Organización de Estados Americanos (OEA) denunciaron el hecho como un intento de golpe de Estado.
Durante el juicio, la defensa alegó que el tribunal actuó sin pruebas contra los policías.
Doce uniformados, incluidos los seis condenados este martes, han sido procesados por el intento de asesinato de Correa. La justicia ha condenado en total a 40 personas por sus vínculos con la rebelión.
El mandatario socialista, en el poder desde 2007, fue agredido en un regimiento cuando intentaba aplacar la manifestación, tras lo cual se refugió en un hospital cercano donde, asegura, fue retenido por policías insurrectos.
AFP