La historia de la zona industrial de Carabobo cambió de color. La productividad galopante que la caracterizaba ya no existe, se pintó de gris. El impacto directo se ha sentido en sus niveles de inventario. Han caído en un 80%. Y las consecuencias tangibles están a la vista de todos, en los anaqueles y exhibiciones vacías. Dayrí Blanco- El Carabobeño
Los matices son cada vez más opacos, mientras no se flexibilicen los controles económicos, la oscuridad en depósitos sin insumos ni productos terminados será el nuevo sello de presentación del más grande parque industrial del país.
El sector automotor ha sido el más afectado. Sus inventarios han disminuido en un 85% desde el arranque de 2014. Le sigue la manufactura de productos de higiene personal, con una baja del 75% de artículos en sus almacenes.
La industria agroalimentaria, cuyo 70% está instalada en el estado, ha tenido un descenso en sus inventarios del 55%. Este último sector ha sido el más privilegiado en otorgamiento de divisas por parte del Ejecutivo.
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