México ha sido uno de los países más prolíficos en cómicos. Chespirito, Clavillazo, Resortes, Capulina, Tin Tan, pero quizá Cantinflas, interpretado por Mario Moreno, ha sido el más universal. Semiólogos y lingüistas han analizado sus películas coincidiendo en que la exagerada bipolaridad de sus diálogos es el elemento que le imprime la comicidad con la cual ha encantando a América y al mundo.
Ese “tira y encoje” de ideas y contradicciones constantes tiene ya una definición en la Real Academia de la lengua Española: cantinflear y se define como la forma disparatada y paradójica de hablar sin decir nada. Así está Maduro. El gran Cantinflas de este gobierno.
Además de sus constantes metidas de pata geográficas, metafísicas e idiomáticas, se suman sus mismas incongruencias ideológicas pues Maduro se refuta a sí mismo constantemente, y la evidencia reciente es la aplicación del Sistema Biométrico como una tarjeta de racionamiento al estilo cubano, adaptada a los tiempos modernos, que antes criticó vehementemente.
El ocho de junio de 2013 Maduro rechazó este sistema de racionamiento y lo calificó como “una locura”. Dijo que lo que había era que producir más. Ahora, cantinfleando, sale con el disparate de instalar el sistema captahuella en todo el país para el mes de noviembre. Y nos preguntamos ¿Dónde quedó la solución hipócrita que propuso Maduro hace un año de producir y producir más alimentos?
Los venezolanos no podemos permitir que se nos trate igual que a los cubanos. Tenemos que protestar esta medida que no nos han explicado con claridad, por ejemplo: ¿Qué va a pasar cuando se consigan los productos en los supermercados? Los ciudadanos queremos conocer si esta medida tiene fecha de caducidad, si es un plan para seis meses o un año. También queremos saber ¿A cuánto asciende la inversión para poner en funcionamiento todas estas máquinas? Las captahuellas no las venden en Venezuela, las pagan en dólares. ¿Cuánto cuestan estas máquinas? ¿Será voluntario u obligatorio? Porque en eso también se contradicen.
Este chip de consumo a los ciudadanos no acabará con la escasez de los principales rubros alimenticios, productos de higiene y aseo personal. La solución está en estabilizar el control cambiario, aumentar a niveles óptimos la producción nacional, regular el contrabando en la frontera con mayor seguridad para que no sea necesaria la implementación de esta medida.
Lo hemos dicho al igual que con el tema de la gasolina, el problema en la frontera es del Gobierno nacional, en específico de los militares, no de los ciudadanos. No han tenido los pantalones para atacar el problema en la frontera, pero arremeten contra las amas de casa, que son quienes sufren diariamente las largas y humillantes colas en los supermercados.
Lo peor es que tenemos un gobernador que no defiende los derechos de los ciudadanos y respalda las medidas impulsadas por el régimen. Nos da vergüenza tener que reconocer que Arias que le da la espalda a los zulianos y que cuando aplican estas medidas como apagones y aumento del servicio eléctrico, chip de la gasolina y ahora el captahuella, en vez de defender los derechos de los ciudadanos, se pone del lado de los ministros y de las medidas de Caracas.
Debemos por eso pasar de la indignación a la acción. Este Sistema Biométrico en los supermercados y farmacias es otra razón para buscar una salida por la vía constitucional al régimen de Nicolás Maduro.
En Voluntad Popular estamos apoyando la iniciativa del Congreso Ciudadano para buscar una salida electoral y pacífica a este desastre. Como partido impulsamos la propuesta de la Asamblea Nacional Constituyente como vía para reencontrarnos como pueblo. Y el 22 de octubre en el Congreso Ciudadano tenemos que plantear todas las opciones para definir la ruta que nos conduzca a La Mejor Venezuela.
@LesterToledo