Los 96 días que ya pasaron desde que el jefe de Estado anunciara el famoso “sacudón”, y los 15 de la “renuncia colectiva de ministros”, no lograron que el Palacio de Miraflores oficialice sus medidas para transformar al Gobierno ni que tampoco se decida a revelar los nombres y apellidos de los “ministeriables”, publica Infobae.
Esto a pesar de que Maduro ya tiene en su despacho ocho carpetas con el plan “la revolución en la revolución”, una tarea que le encomendó al actual vicepresidente Jorge Arreaza; al ministro de Industrias; Ricardo Menéndez; y a Orlando Borrego, que fue asesor del “Che” Guevara.
La incertidumbre persiste, así como también la resistencia de sectores del chavismo, entre estos la Coordinadora Simón Bolívar, Marea Socialista, los Círculos Bolivarianos y partidos del Polo Patriótico, los cuales se oponen a “enroques de ministros” que, según fuentes del oficialista PSUV, es la tesis que se impondrá.
“El pueblo quiere un sacudón real, no rotación de ministros. Ya está bueno de ministros ‘toderos”, expresó el secretario general del partido Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), Wilmer Nolasco.
Éste agrega que, transcurridos tres meses, todavía no se nota la intensidad de la “sacudida” prometida por Maduro: “El pueblo no ha sentido nada, no ha visto cambios y menos que haya eficiencia”. Y al mismo tiempo se manifiesta el desgaste de la popularidad de Maduro, y la percepción de que el bloque opositor no capitaliza el descontento social.
Un estudio de Datanálisis, realizado entre el 10 y el 26 de julio, ubica en 35% la popularidad del presidente, mientras 80,4% de los consultados califica de mala-muy mala la situación del país. Solo en el aspecto económico, 83% la ve como mala.
El informe Monitor País de Hinterlaces, del 25 de agosto, refleja así el escenario actual: “La base social de apoyo del chavismo se mantiene estable en el 40 por ciento. No quieren que el modelo cambie, quieren que funcione. Los chavistas resienten que no se toman medidas y no se castiga a los culpables”.
Las posibles variantes
En enero pasado los ministros del gobierno de Maduro también habían puesto sus cargos a disposición, pero en aquel entonces tampoco se produjeron mayores modificaciones, según publica el periódico El Nacional.
No obstante, informes del PSUV indican que la transformación comenzó en el área económica: Rafael Ramírez ya preparó las cuentas del Ministerio de Petróleo y Minería y de Pdvsa, ya que se le propuso que pase a la Vicepresidencia de la República, en reemplazo de Jorge Arreaza.
Para reemplazar al actual vicepresidente también estarían nominados Elías Jaua e incluso Diosdado Cabello, señalaron otras fuentes. Aunque las cartas ya están echadas para que Jaua le entregue su cargo de canciller a Arreaza, precisaron fuentes del PSUV.
Además la salida de Jacqueline Faría es un hecho, porque Maduro evalúa la fusión del Gobierno del Distrito Capital con el ministro para la Transformación de Caracas, y en su lugar sería designado Ernesto Villegas.