Antes de someterse a la rutinaria operación de cuerdas vocales que le ha costado la vida tras sufrir un paro cardíaco durante la intervención, la veterana Joan Rivers, de 81 años, disfrutó días antes de una velada en compañía de su amigo el guionista y productor Jay Redack, en la que no dudó en bromear acerca de su “pequeña operación”, restándole importancia a la intervención médica. Con información de E!
“Me explicó que su garganta llevaba un tiempo molestándole. Su voz estaba volviéndose todavía más áspera. Dejó bien claro que solo iba a someterse a una pequeña operación”
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