Los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) mantienen paralizadas las operaciones desde el pasado viernes en protesta por el desconocimiento de la convención colectiva que ha sido firmada a cuentagotas por algunos directivos sindicales, en un proceso de negociación violatorio de los Estatutos del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y sus Similares (Sutiss), publica Correo del Caroní.
Secretario de reclamo de #Sutiss condiciona arranque de #Sidor a reanudación de la discusión contractual.
— Clavel Rangel J. (@ClavelRangel) septiembre 8, 2014
Los sidoristas ratificaron este fin de semana continuar en las áreas de brazos caídos garantizando los servicios mínimos en la siderúrgica y repudiaron a los directivos sindicales que firmaron el contrato impuesto por el Ejecutivo nacional. Los líderes de la protesta, José Luis Hernández y Leonardo Azocar, presidente y secretario de trabajo y reclamo de Sutiss, respectivamente, exigen al Gobierno revelar las actas de finiquito de la discusión contractual que hasta ahora todos desconocen.
Hubo, sí, cierta apertura por parte de los sidoristas, a pesar de la confusión que se había generado en agosto luego de que, según el Gobierno, se llegó a un acuerdo en relación a la contratación colectiva. Ello, a pesar del madrugonazo, de la ausencia del comité ejecutivo en pleno y del soslayo a una asamblea de trabajadores.
Y esa apertura estuvo condicionada por dos factores: el pago de 60 mil bolívares como retroactivo por la mora de cuatro años en la discusión del contrato colectivo y el compromiso del Gobierno a responder por las inversiones necesarias para recuperar la productividad en la planta.
Sin embargo, todo se fue al trasto durante la noche del jueves cuando, por sorpresa, se anunció la firma del contrato colectivo con la presencia del secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Sutiss), Julio López, y uno de los vocales, José Rodríguez.
Una vez más, el comité ejecutivo del sindicato quedó por fuera. Una vez más, la asamblea de trabajadores fue obviada. Y una vez más, los ánimos se caldearon entre los sidoristas y comenzó lo que se mantiene hasta hoy: una huelga de brazos caídos combinada con asambleas permanentes.
Rechazos
La primera medida por parte del presidente de Sutiss, José Luis Hernández, ante la noticia de la imposición del contrato colectivo en Sidor fue llamar a una huelga de 24 horas.
Ya el sábado, y tras una asamblea en el portón 3 durante la tarde, se acordó mantener la huelga hasta tanto una comisión gubernamental se traslade a la empresa para discutir el contrato colectivo y este sea refrendado con la firma del presidente de la organización y aprobado por los trabajadores.
La censura gubernamental no sólo opacó la realidad en la empresa, sino que la contrarrestó mediante varios medios que informaron que el paro no había tenido éxito.
La crispación tuvo un punto de clímax durante la tarde del sábado, cuando Julio López recibió abucheos y uno que otro golpe cuando se presentó en el portón 3 para repartir volantes. En el papel, exponía las razones que lo llevaron a firmar el contrato colectivo.
Una visita non grata
El mismo sábado, desde mediodía, la expectación creció en torno de otra visita al portón 3: la del ministro de Industrias, José David Cabello. Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana estuvieron apostados en esa entrada, los equipos de prensa de la empresa, de guardia, y hasta unos equipos de sonido se instalaron.
Sin embargo, después de las 3:00 de la tarde, cuando las cornetas se desmontaron, los sidoristas supieron que Cabello no iría a Sidor, pese a que muchos aseguraron que estaba en Puerto Ordaz.
Durante la asamblea, Hernández señaló que para levantar la huelga el gobierno debía cumplir dos condiciones: enviar una comisión a discutir el contrato en la planta y aprobar los 38 mil bolívares mensuales que exigen como salario.
“Ellos dicen que arranquemos la planta porque pagaron 60 mil bolívares. Esos 60 mil bolívares son un fraude. Lo que proponemos nosotros son 38 mil bolívares mensuales. Si lo discutimos, arrancamos la planta”, dijo.
Por otra parte, ese día comenzó la recolección de firmas para “sustentar por qué es nulo el contrato colectivo. Lo peligroso es que si la Inspectoría del Trabajo lo homologa, va a sentar un precedente para que esta situación ocurra en otras empresas del Estado”, explicó el trabajador César Carreño.
Otra de las propuestas votadas en la asamblea fue la de apelar a la Ley Orgánica del Trabajo, Trabajadores y Trabajadoras para sancionar a los dirigentes de Sutiss que, con su firma, convalidaron la imposición contractual. El panorama, en conclusión, es ese: el conflicto de acero, una vez más, recrudece.
Depende de…
José Luis Hernández señaló que, luego de reuniones con trabajadores e integrantes del sindicato durante el fin de semana, se decidirán las acciones por tomar durante la semana.
Hasta el cierre de esta edición, no había pronunciamiento sobre el levantamiento de la huelga ni sobre otras medidas más allá de las asambleas en el portón 3.