Siete policías murieron este martes en un ataque perpetrado por desconocidos contra una caravana policial en un municipio rural en la región del Urabá, en el noroeste de Colombia, informaron las autoridades.
“Solidaridad con las familias de los 7 policías asesinados en (el departamento de) Córdoba, perseguiremos a sus asesinos donde estén. 7 policías sobrevivieron”, informó en su cuenta de Twitter el director de la Policía Nacional de Colombia, Rodolfo Palomino.
Los uniformados fallecieron cuando el convoy en que se trasladaban fue atacado por un grupo desconocido en un área rural del corregimiento de Tierradentro, en el sur de Córdoba, precisó a la AFP una fuente de la Policía local.
“Es una zona recóndita del departamento”, dijo un oficial, asegurando que el comandante de la Policía de Córdoba, el coronel Carlos Alberto Vargas, ya se encuentra en el área atendiendo la situación.
Inicialmente se dio cuenta de al menos cuatro muertos y siete heridos, pero una vez que las autoridades recorrieron el área donde se produjo el ataque se determinó que eran siete los fallecidos y siete los sobrevivientes, entre ellos cinco heridos.
La Policía Nacional de Colombia y el ministerio de Defensa rechazaron el acto violento en sus cuentas de Twitter, aunque sin ofrecer más detalles.
“Lamentamos profundamente el vil asesinato de nuestros compañeros en #Córdoba, mantendremos ofensiva. QEPD”, dijo la Policía.
En tanto, el ministerio de Defensa escribió en la red social: “Es inaceptable bajo toda lógica que embosquen y asesinen cobardemente a nuestros uniformados de la @PoliciaColombia en #Córdoba”.
“No nos dejaremos intimidar por estos actos cobardes de esos terroristas, las operaciones se mantendrán y se intensificarán”, continuó.
Aunque las autoridades no han atribuido el ataque a un grupo específico, la prensa local se lo adjudica a miembros de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas).
Las FARC, principal guerrilla del país con unos 8.000 combatientes, adelanta desde noviembre de 2012 diálogos de paz en Cuba con el gobierno de Juan Manuel Santos para poner fin al conflicto armado que azota al país desde hace más de medio siglo.
Sin embargo, las negociaciones se dan sin que se haya acordado un cese al fuego en Colombia, ya que Santos considera que éste sería aprovechado por la guerrilla para fortalecerse.
La geografía del Urabá ha sido históricamente apetecida por grupos armados. Fronteriza con Panamá, con áreas montañosas, selváticas y aisladas de los centros de poder, esta región ha sido una zona convulsionada desde hace décadas.
Las FARC operan desde los años 1960 en el territorio, donde también hay intensa actividad de milicias ilegales de extrema derecha y de bandas de narcotráfico, que aprovechan la cercanía a centros de producción de droga, como el Nudo del Paramillo, y su salida al océano Atlántico.
El conflicto armado colombiano, en el que han participado además de guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, bandas criminales y agentes del Estado ha dejado unos 220.000 muertos y más de 5,3 millones de desplazados por la violencia, según cifras oficiales.
AFP