El encargado de protocolo del Vaticano, Guillermo Karcher, afirmó que al papa Francisco, que este sábado recibirá a la presidenta argentina, Cristina Fernández, le preocupa “la gobernabilidad y la sana democracia” de su país natal.
En una entrevista con Radio América, Karcher avanzó que Francisco y Fernández mantendrán un almuerzo “privado” en la residencia papal de Santa Marta y que la reunión durará “todo lo que sea necesario”.
“Es un encuentro entre dos jefes de Estado y dos argentinos”, dijo a la emisora el portavoz vaticano, quien añadió que no hay temas excluidos de la conversación, desde la crisis de la deuda a los problemas sociales en Argentina.
“A él le preocupa la gobernabilidad y la sana democracia, él es argentino, ha vivido lo que todos hemos vivido en nuestra historia reciente”, dijo, al ser preguntado sobre las advertencias realizadas por líderes sindicales opositores respecto a posibles estallidos sociales en diciembre, debido al empeoramiento de la economía.
En este sentido, Karcher manifestó que la intención de Francisco es “acompañar” el “proceso democrático” argentino.
En relación a la demanda contra Argentina planteada en EE.UU. por fondos de inversión que tienen bonos argentinos impagados desde el “default” de 2001, sostuvo que Francisco “es crítico ante cualquier posición o sistema que no favorezca a los pueblos”.
En cuanto a los próximos viajes oficiales de Francisco, que le llevarán entre otros lugares a Albania, Karcher aseguró que la seguridad del Papa no corre “ningún riesgo” y que se seguirá moviendo igual de “espontáneamente” que hasta ahora.
Karcher confirmó que el Vaticano baraja la opción de que Francisco visite por primera vez su Argentina natal como Papa en 2016, con motivo del bicentenario de la declaración de la Independencia.
“Es un motivo muy lindo para que pueda venir a su tierra”, opinó Karcher, pero matizó que hay muchas cuestiones logísticas y de protocolo que resolver de por medio.
La presidenta argentina y el exarzobispo de Buenos Aires mantendrán un encuentro en el Vaticano este sábado, solicitado por el propio Bergoglio, y será el cuarto entre ambos desde que comenzó el papado de Francisco. EFE