Al menos 109 bebés han nacido con chikungunya en República Dominicana desde que comenzó la epidemia que ha afectado a cerca de 500.000 personas en seis meses, informó el viernes el Ministerio de Salud.
Los infantes fueron contagiados debido a que en el momento del parto sus madres tenían la enfermedad que es transmitida por la picadura de los mosquitos aedes aegypti y aedes albopictus, explicó a The Associated Press Carmen Adames, coordinadora de la estrategia que estableció el ministerio para enfrentar la epidemia.
“Los neonatos y las mujeres embarazadas están dentro de la población de riesgo” porque se trata del único caso en el que un ser humano le puede transmitir el virus de la chikungunya a otro, precisó la especialista.
Adames detalló que cada bebé que presentó los síntomas de la enfermedad en los primeros 10 días de nacido fue enviado a una unidad especial de cuidados intensivos en un hospital materno en Santo Domingo para ser atendido y mantenido bajo observación. Ninguno de los bebés afectados falleció debido a la chikungunya.
La artritis epidémica chikungunya provoca fiebre, vómitos, diarrea, erupciones en la piel e intensos dolores en las articulaciones y la cabeza que pueden inhabilitar a los pacientes. Aunque en muchos de los casos los síntomas desaparecen luego de 10 días, los dolores pueden prolongarse durante meses en la etapa sub-aguda y hasta dos años en la fase crónica.
En el caso de los bebés, 86 presentaban erupciones en la piel y edemas en las articulaciones que facilitaron el diagnóstico, pero las autoridades aún no han determinado si alguno de los infantes contagiados ha mantenido los síntomas por más de un mes.
“Es muy nuevo para saber si (los bebés) van a entrar en la etapa de cronicidad”, dijo Adames.
Dado que no existen vacunas o tratamientos contra la enfermedad los pacientes son atendidos sólo con un analgésico para mitigar los dolores e inflamaciones en las articulaciones y son hidratados.
Una vez que pasó el pico de la epidemia, en la que se registraban hasta 30.000 casos por semana, las autoridades de salud comenzaron a revisar su protocolo de atención y realizar investigaciones para determinar con precisión las características que ha tomado la enfermedad en el país. Aunque al principio sólo recomendaban a los pacientes tomar un tipo de analgésico, Ademes dijo que ahora piden a quienes siguen afectados por los dolores someterse a revisión por parte de especialistas, como reumatólogos.
El Ministerio de Salud detalló en su boletín semanal que hasta mediados de septiembre se habían registrado más de 486.000 casos sospechosos de la enfermedad, que apareció por primera vez en el país a fines de marzo.
Como no existe vacuna para evitar la enfermedad, las autoridades sanitarias locales y la Organización Panamericana de la Salud recomiendan destruir todos los posibles criaderos de mosquitos, que pueden reproducirse en recipientes de agua, tanto en pequeños floreros, como en grandes estanques.
Talía Flores, representante de la sociedad dominicana de infectología, explicó recientemente a AP que en el país caribeño “se ha desarrollado aún mucho más esta patología porque no éramos inmunes” al virus.
La fiebre era endémica en Asia y África desde mediados del siglo XX y se detectó por primera vez en el Caribe a fines del 2013 en el territorio francés de Saint Martin, desde donde comenzó a propagarse con rapidez a toda la región.
La Organización Panamericana de la Salud informó que hasta el 12 de septiembre se habían registrado más de 706.000 casos en 34 países o territorios de América, principalmente en el Caribe, y ha provocado 113 muertes en Martinica, Guadalupe, la parte francesa de San Martin y República Dominicana. AP