Hay un denominador común en las tres: aumentos de sueldos y de precios. Es el resultado de la olla de presión a la que el régimen castrocomunista ha sometido al país desde hace mas de 15 años. Con el precio del petróleo en alza han podido subsidiar irresponsablemente la economía y han llevado al país al caos económico, social y político. Se ha perdido la poca libertad que se tenia.
Para salir no hay otro camino que ir a una economía de mercado como nunca la ha habido en Venezuela. Se debe reducir el tamaño del estado a un mínimo, ocupandose solo de las relaciones internacionales, seguridad y algunos campos de la salud y la educación. La propiedad privada debe ser el eje central de la nueva Venezuela en la que la responsabilidad individual de sus habitantes sea el sustento de la nación.