Dos rebeldes de las FARC, entre ellos el líder de una columna guerrillera que funciona en el oeste de Colombia, murieron en un operativo de las fuerzas militares y la Policía en el departamento de Valle del Cauca, informaron este viernes las autoridades. AFP
En la operación, que se desarrolló durante las últimas 48 horas, “fue abatido Aníbal Guarín Herrera, alias ‘Tomate’, cabecilla principal de la Columna Móvil Alirio Torres y sindicado (acusado) de por lo menos 15 tomas guerrilleras, secuestros, extorsiones y homicidios”, dijo la Policía Nacional en un comunicado.
En el ataque al campamento de Guarín Herrera, ubicado en una zona rural de Valle del Cauca (oeste), también murió “el jefe de su anillo de seguridad” y, además, fueron capturados otros cuatro guerrilleros que pertenecían a esa columna de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas).
A Guarín Herrera se le acusa también de participar en un ataque que dejó 16 militares muertos en 2001 y en el secuestro de 12 diputados de la Asamblea Departamental de Valle del Cauca en 2002, 11 de los cuales murieron en cautiverio.
En su cuenta en Twitter, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos se congratuló por la muerte de Guarín Herrera: “Dado de baja cabecilla #55 durante nuestro gobierno: alias ‘Tomate’ de la columna Alirio Torres de las FARC. FELICITACIONES A LAS FUERZAS!”, escribió.
Por su parte, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, informó que alias “Tomate” tenía más de 20 años en las FARC e incluso había sido jefe de seguridad de Pablo Catatumbo, actualmente uno de los negociadores de esa guerrilla en los diálogos de paz que se adelantan en Cuba desde noviembre de 2012.
Las negociaciones de paz entre las FARC, principal guerrilla del país con unos 8.000 combatientes, y el gobierno de Santos se dan sin que se haya acordado un cese al fuego en Colombia.
El conflicto armado colombiano, que en cinco décadas ha involucrado a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, bandas criminales y agentes del Estado, ha dejado más de 220.000 muertos y más de 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.