La investigación, que analizó el rendimiento de 40 veinteañeros en un ambiente simulado, demostró que el tiempo de respuesta ante un posible choque no es mucho mejor que si se está usando un teléfonos.
El hecho de que Google Glass sea una display montado sobre una esquina de la vista y que no requiera el uso de las manos para controlarlo podría indicar que sería una opción para mantenerse conectado al conducir.
Específicamente, la prueba midió la reacción de los participantes en un escenario donde, mientras van enviando un mensaje de texto (a través de los comandos de voz de Google Glass o escribiendo en un teléfono), el auto que va adelante frente repentinamente. Al comparar los tiempos de reacción, los usuarios de Glass no tuvieron mejores resultados que quienes estaban usando un smartphone.
Donde sí lograron una mejora fue en la recuperación y reinicio de la conducción después de haber evitado el choque.
“Aunque los usuarios de Glass demostraron ciertas áreas de rendimiento mejorado en la recuperación del evento de frenado, el dispositivo no mejoró su respuesta al evento en sí”, afirmó Ben Sawyer, investigador de la UCF.
“Más importante aun, para cada medición que registramos, la mensajería con cualquier dispositivo impactó negativamente el rendimiento el conducir. Comparado con aquellos que sólo conducen, los ‘multitaskers’ reaccionaron más lento, preservaron menos espacio durante el evento de frenado y posteriormente adoptaron distancias (de separación con el auto que va adelante) más grandes”, agregó.
Anna Richardson White, portavoz de Google, afirmó a Reuters que “como lo dejamos claro en nuestro centro de ayuda, los Explorers (los usuarios de la versión de prueba de Glass) deben usar Glass siempre de forma legal y responsable, y deben poner primero su seguridad y la de otros.
Con información de El Mercurio