Estados Unidos ha intensificado su campaña aérea en Siria contra la organización Estado Islámico (EI), atacada por primera vez este sábado en la provincia de Homs, en el centro del país.
Un funcionario estadounidense del Pentágono indicó el viernes en Washington que las operaciones aéreas en Siria contra los yihadistas son ahora “casi continuas”.
El funcionario, que pidió el anonimato, dijo que hubo ataques la madrugada del sábado sin precisar el número ni los blancos atacados, ni la participación de otros países de la coalición internacional.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una amplia red de activistas y médicos en el país, hubo por primera vez este sábado ataques contra los yihadistas en la provincia de Homs (centro).
En concreto, se produjeron en una región desértica, Al Hamad, al este de las ruinas de Palmira, y lejos de la línea del frente con las fuerzas leales al presidente Bashar al Asad, que controlan la ciudad de Homs, la tercera del país.
Según el OSDH, hubo otros ataques contra posiciones del Estado Islámico en Minbej, una de las pocas ciudades en manos de este grupo sunita ultrarradical en la provincia de Alepo (norte), y en la provincia de Raqa (norte), considerada el feudo de los extremistas.
Estados Unidos ha montado junto con aliados occidentales y árabes una coalición para destruir al Estado Islámico, culpable de atrocidades en las zonas bajo su control en Siria e Irak, en las que proclamó un califato a fines de junio.
– Londres atacará en Irak –
La alianza recibió un importante apoyo el viernes con la decisión del Reino Unido de unirse a la campaña aérea en Irak, donde de momento sólo Estados Unidos y Francia han bombardeado al EI.
Dinamarca y Bélgica han anunciado también su participación en la campaña iraquí, desplegando cada uno cazas F-16.
En Siria, Washington ha recibido de momento la ayuda de cinco aliados árabes: Jordania, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Bahréin.
En Francia se ha planteado la posibilidad de ampliar a Siria las operaciones, según una fuente del ministerio de Defensa.
El viernes, la coalición bombardeó instalaciones petroleras controladas por los yihadistas en la provincia siria de Deir Ezor (este), según el OSDH. Esta ONG precisó que el EI ha dejado de extraer crudo en seis campos, por miedo a los bombardeos.
El EI, que controla refinerías en Irak y Siria, vende petróleo de contrabando y estaría ganando por ello entre uno y tres millones de dólares al día, según expertos.
En esta campaña contra un enemigo común a Washington y a Damasco, el secretario de Estado norteamericano John Kerry insiste en que el objetivo secundario de esta guerra no es mantener en el poder al presidente sirio.
En el pasado, Washington y varias capitales europeas habían pedido la partida de Asad, en un país que lleva ya más de tres años y medio de guerra civil y cerca de 200.000 muertos.
Estados Unidos ha descartado explícitamente una participación de Damasco en la coalición, y sigue apoyando a facciones rebeldes consideradas moderadas, que luchan tanto contra los yihadistas como contra el régimen.
Para Rusia, firme aliada del gobierno sirio, estos ataques tienen un carácter ilegal, ya que no se están efectuando de forma coordinada con las autoridades de Damasco.
No obstante, Asad declaró el martes que su país apoya “todo esfuerzo internacional para luchar contra el terrorismo”, poco después de unos bombardeos de la coalición.
Irán, el otro gran aliado de Asad y ausente igualmente en la coalición internacional, advirtió este sábado de que no dudará en enfrentarse al EI en territorio iraquí si los yihadistas, que son antichiitas furibundos, se acercan a la frontera iraní. AFP