Hace ocho meses salimos a las calles a luchar, convocamos protestas, marchas, concentraciones, pancartazos, asambleas, trincheras por la libertad, campamentos por la resistencia y hasta huelgas de hambre, es decir, todo tipo de protestas, al principio contábamos con el apoyo de todos ustedes, sin embargo la represión comenzó a avanzar y con ella, el miedo de todos, empezaron las detenciones, los allanamientos, las amenazas, las acusaciones, los asesinatos, los secuestros, las torturas, las ordenes de capturas, las prohibiciones de protestas, sin embargo nosotros seguimos avanzando, pero a muchos los paralizo el miedo.
Hoy muchos preguntan porque permitimos que se apagara la calle, pero queremos que sepan que no fue esa la decisión que tomamos, sino simplemente la de transformar la estrategia y con ella la forma de lucha por la Venezuela que sonamos, decidimos re organizarnos y plantear el debate de la ruta constitucional que debemos escoger para seguir avanzando, aquí son muchas las posturas, algunos critican este hecho, pero lo que no saben es que la diferencia de opiniones y criterios es lo que nos hace ser distintos a la cúpula del PSUV, porque así tenemos la oportunidad de debatir y llegar a un consenso.
Para tomar mi decisión de cual creía yo que era la ruta, partí de la premisa de cual era para mí el problema que nos había llevado al momento donde nos encontramos hoy, encontré varias cosas: la primera se quebranto el pacto social que teníamos como venezolanos, por ende no hay puntos de encuentro entre los distintos sectores del país, por lo que nuestra constitución es letra muerta; segundo el abuso de poder y la violación de derechos humanos por parte del gobierno nacional es la única ley que existe y llegamos a eso porque nuestro sistema democrático no está blindado para protegerlo; tercero el sistema que trajo a los que actualmente gobiernan al poder, es decir la solución no es solo un cambio de presidente, sino de sistema.
Luego de tener esas premisas claras, dilucide como y a través de que podíamos comenzar las bases del país que sueno, de paz, oportunidades, libertades, progreso y bienestar, dando me cuenta que la única herramienta que nuestra propia constitución nos prevé para eso es la constituyente, ya que nos da la oportunidad de construir un país de todos y para todos, donde no solo se plasme lo que yo sueno, sino lo que suenan cada uno de los venezolanos, donde podamos desarrollar un sistema que blinde la democracia y no permita que en la historia de nuestro país se repita nunca más una dictadura, que podamos transformar el sistema donde se elimine la corrupción, la inseguridad jurídica y todas esas cosas que van en contra del venezolano real, además de poder nuevamente escoger quienes son los indicados para conducir las riendas de nuestro país.
Muchos plantean la constituyente debe ocurrir luego de la salida del presidente actual, sin embargo los invito a que se pregunten, ¿la salida de Nicolás Maduro realmente nos deja un escenario real para construir una Venezuela distinta? O ¿Podemos construir esa Venezuela entre todos los venezolanos y así decidir la salida de la cúpula del PSUV?
Pues yo ya tome una postura y firme, te invito a que escuches las distintas visiones y tomes una decisión, no esperes a que otros la tomen por ti.