Ante el pedido a gritos de una mujer venezolana como cualquier otra que sólo quiere el freno a la violencia que impera en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro se limitó a decir la confusa frase: “¿Qué quieres tú que yo haga?”.
Lo más sensato de un mandatario ahogado por la crisis de la inseguridad en el país sería el ataque contundente a esto, o al menos el intento de hacérselo saber a la población, pero el zarandeo como el mismo lo describió durante el entierro del diputado Robert Serra pareció agarrarlo fuera de base y no tuvo mejor respuesta para esta desesperante interrogante. (LaPatilla.com)