El cuerpo de Oswaldo Josué Rodríguez, de 27 años, malabarista de semáforo, lo encontraron descompuesto. Al joven lo golpearon hasta matarlo y lo quemaron dentro de un drenaje, al lado de una casa abandonada en la avenida Intercomunal, sector La Bolivia del municipio Cabimas. El hallazgo se registró ayer, a las 4.30 de la tarde. laverdad.com / Yéssica González
Un grupo de muchachos caminaban por los patios de las casas cazando iguanas y tropezaron con el cadáver. Estaba boca arriba en medio del agua estancada, el monte y la basura que abunda en el lugar. Debido a las quemaduras estaba casi irreconocible.
Rodríguez era conocido en la zona por su oficio de malabarista, que a diario realizaba a mitad de la carretera en los semáforos ubicados a pocos metros del lugar. Rafael Peña, cuñado, aseguró que la última vez que lo vieron fue la tarde del martes en su residencia, en la calle Veritas, del sector El Gasplant. Como todos los días, luego de practicar sus actos, tomó sus implementos de trabajo y salió. “Él vivía de los malabares. Era su estilo de vida, pero tenía problemas por el consumo de droga. A veces no dormía en la casa, por eso no nos extrañó que no llegara a dormir”.
Según fuentes policiales a Rodríguez lo asesinaron ayer en la madrugada. Según las primeras investigaciones, el móvil que cobra más fuerza es el ajuste de cuentas. El joven ya había recibido agresiones físicas producto de peleas callejeras producto de su adicción.
“Sabíamos que andaba en malos pasos, pero eso no le da el derecho a nadie de hacer lo que hicieron. Fue muy triste verlo así”, expresó un familiar.
Rodríguez se ganaba la vida con sus actos con fuegos y pelotas a mitad de las principales intersecciones de la avenida Intercomunal. Era soltero y no dejó hijos.