La clínica St. Georg de Leipzig (este de Alemania) recibió este jueves a un trabajador de las Naciones Unidas infectado por ébola procedente de Liberia, el tercer paciente con esta enfermedad que llega al país para ser tratado.
El enfermo, de origen sudanés, fue trasladado en un avión medicalizado y adaptado con una cámara de aislamiento que aterrizó a primera hora de la mañana en el aeropuerto de Leipzig-Halle, donde esperaban dos ambulancias y profesionales sanitarios protegidos por trajes especiales para evitar un eventual contagio.
Escoltadas por la policía, las ambulancias trasladaron al paciente hasta la clínica St. Georg, uno de los siete hospitales que existen en Alemania con unidades de aislamiento para enfermedades altamente infecciosas.
Según relatan los medios locales, se trata de un militar de 56 años al servicio de las Naciones Unidas.
La clínica informó de que el enfermo quedó ingresado en una sala de aislamiento en la que será atendido en todo momento por un equipo formado por un médico y un enfermero, centrados ahora en estabilizar las constantes vitales del paciente y tratar las complicaciones de la enfermedad.
El centro hospitalario dispone de un medicamento experimental y evalúa si procede incluirlo en el tratamiento.
Los responsables de la clínica dieron un mensajes de tranquilidad a los ciudadanos y subrayaron que ni los otros pacientes ingresados en el centro ni los visitantes corren riesgo de infección.
La unidad de aislamiento de presión negativa es hermética, aseguraron, y no permite la salida al exterior de aire o agua sin filtrar.
Desde el pasado 3 de octubre un médico ugandés que trabajaba en Sierra Leona para una organización no gubernamental está aislado en la Clínica Universitaria de Fráncfort (oeste).
El primer paciente que llegó a Alemania fue un trabajador senegalés de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se contagió en un laboratorio de Sierra Leona.
Éste fue tratado en la clínica universitaria de Eppendorf, en Hamburgo (norte), que este pasado fin de semana informó de que se le había dado el alta tras cinco semanas de tratamiento exitoso. EFE