Desidia total en Puerto Ordaz

Desidia total en Puerto Ordaz

Foto cortesía La Nueva Prensa de Guayana
Foto cortesía La Nueva Prensa de Guayana

En un recorrido por distintos puntos del centro de Puerto Ordaz se pudo constatar que los problemas que viven a diario los transeúntes, comerciantes y lugareños de esta ciudad llena de complejidades son muchos que desmejoran la calidad de vida de los guayaneses. Bladimir Martínez Ladera/ Nueva Prensa de Guayana

La gente no sabe para dónde se va el dinero que recauda  la alcaldía de Caroní por concepto de impuestos. Ellos, dicen que ven con preocupación como la ciudad se ha ido deteriorando ante la mirada indolente de las autoridades gubernamentales, “para los gobernantes no es una prioridad el deterioro eminente de la ciudad”, apuntó Carlos Rodríguez, quien aguardaba un autobús del trasporte público a pocos metros de una laguna de aguas negras que está a escasos metros del hotel Embajador, a un lado de la vía Castillito, Puerto Ordaz.

En la calle Los Llanos, La Urbana, Oriente y alrededores del Instituto Antonio José de Sucre, también el Politécnico Santiago Mariño, los huecos que existen en las mencionadas vías crecen y deterioran el parque automotor de la zona.





También abunda en pleno centro de Puerto Ordaz y San Félix los árboles enfermos en distintas avenidas, arbusto que en algún momento brindaron sombras y ahora sólo sirven para sostener un enjambre de la parasitaria conocida como  “guate de pajarito” que crece hasta secar los árboles.

La alcaldía como el Ministerio del Ambiente les corresponde hacer las respectivas podas de estos árboles y velar por el buen estado de la flora del país y evitar de esta manera que mueran para luego convertirse en un peligro para los transeúntes.

En la vía principal de Castillito se pueden observar plantas que se ahogaron en medio de las enredaderas que crecieron en sus ramas y posiblemente con la poda puedan recuperarse.

Aguas blancas

A un lado del edificio Parupa, está un bote de aguas blancas, son litros del preciado líquido que se desperdician y corren por la avenida Castillito, para luego represarse a pocos metros del Hotel Embajador.

Las aguas escapan por un tubo de cuatro pulgadas. Comerciantes de este lugar han querido pagar para repararlo pero tienen que ser expertos que trabajen con “agua viva” y que ellos mismos puedan corregir la fuga de este recurso vital.

A pesar que acudieron a la oficina de Hidrobolívar en el edificio Alférez, representantes de esta institución de la Gobernación hicieron caso omiso, por otro lado tocaron la puerta de Servicios Patrióticos para la poda de los árboles pero no respondieron a dicha petición.

Seguimos el recorrido hasta la calle Aripao, a pocos metros del Supermercado Santo Tomé, se hizo un inmenso hueco alrededor de una boca de visita, la fuga de agua ha ido socavando y los propietarios de algunos negocios temen que el cráter continuó creciendo y afecte el edificio que está a un lado.

Una de las personas afectadas aseguró que acudió a Servicios Hidráulicos de la Alcaldía de Caroní y no hicieron nada al respecto, igual visitó Hidrobolívar pero los funcionarios se pelotean este grave problema.

También detrás de la estación de servicio de los Bomberos Municipales en Villa Colombia, en donde quedaba una oficina de Fontur, calle La Paz con la Viachi se halla un bote de aguas blancas, las mismas corren entre la basura, además de la maleza que adornan esta importante calle.