Marcos Hernández López: El poder político – electoral de lo mediático…

Marcos Hernández López: El poder político – electoral de lo mediático…

Hercon 15 Oct 2014

 

El predominio de la lógica de los medios se intensifica con el desencanto de lo político en la ciudadanía. Las organizaciones políticas en su esencia se vaciaron de contenido ideológico y de proyecto teórico – práctico. Emerge un vacío de lo social, de lo colectivo. Ciertamente, no es responsabilidad de los medios de comunicación el que los partidos políticos se hayan vaciado de ideología, se han convertidos solo en maquinarias de poder político electoral dentro de un espacio generalizado de la sociedad. En este escenario de contrariedades y de pérdidas de sentidos, es donde se viven y se desarrollan las campañas electorales. Es en este contexto, donde los medios de comunicación imponen sus “lógicas”, sus contenidos, sus enfoques, sus formas en la construcción de las realidades políticas.





Por ejemplo, vienen elecciones parlamentarias en el 2015, ya veremos al oficialismo y hasta la oposición haciendo campañas electorales pasaran a ser más entretenimiento que racionalidad. Como lo menciona un especialista, al desarrollar su planteamiento de la tele política en América Latina, “no basta con ser presidente, sino que hay que parecerlo” y los que lo parecen son gracias a las estrategias de comunicación utilizadas: entre ellas esta responder a formatos mediáticos que son “consumidos” por las personas, en este caso, los ciudadanos que emiten su voto. Uno de los productos de la industria cultural más consumidos en Latinoamérica es la telenovela, la lógica de formato y de sus narrativas también es utilizada en las campañas electorales o en los discursos utilizados por algunos funcionarios de la gestión pública.

Una de las derivaciones de la mediatización de la política en las campañas electorales en Venezuela y concretamente en tiempo de Presidente Chávez, se impuso lo que se denomina la “espectacularización de la política” o “farandulización” de la política. Este concepto como se  interpreta como “la utilización de códigos, figuras y lógicas del entretenimiento y del mundo del espectáculo en el ámbito político. Llevado esto a nuestra realidad cotidiana, visualicemos el caso político venezolano, la mediatización de la política oficialista apunta a reflotar la revolución que está añejada, sin muchas ideas y fatigada, tiene 15 años en el poder central y son varios los indicadores negativos que juzgan su efectividad en la calidad de vida de todos los venezolanos.

Los medios de comunicación en un 72% son controlados por el régimen y van por más medios, indiscutiblemente el gobierno tiene el poder del dinero para hacerlo, además, los asesores de Maduro conocen de la efectividad mediática que puedan tener en sus nuevas estrategias de recomponer su imagen, inclusive para dar la sensación de la refundación de la compleja revolución bolivariana en pensamientos y acciones. Para nadie es un secreto, Nicolás Maduro necesita legitimarse ante los millones de venezolanos que no votaron por él, pero el poder mediático con una estrategia bien diseñada puede desmontar emocionalmente a la mayoría de sus adversarios políticos.

Los medios de comunicación son relevante para las informaciones, venga del lado del régimen u oposición, no hay que olvidar que la información es poder, además, lo mediático puede hacer de una mentira una verdad, o inversamente, y más en tiempos de las revoluciones tecnológicas, apuntaladas en las redes sociales, Twitter, Facebook, los blogs… estos medios ocupan un espacio significativo para encauzar estrategias y tácticas dirigidas potenciar los objetivos deseados.

Director de la consultora Hercon

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