El equilibrista Nik Wallenda dejó pasmados a Chicago y el mundo al efectuar el domingo dos caminatas a gran altura sobre cables fijados entre rascacielos, sin red ni arnés de seguridad.
Miles de admiradores llenaron las calles alrededor de las torres del complejo residencial Marina City en la ciudad para ver al acróbata y heredero de 35 años del circo familiar los Flying Wallendas completar las dos hazañas consecutivas, una con los ojos vendados.
Cuando se bajó del cable una vez que terminó la segunda caminata sobre la cuerda floja, Wallenda se quitó de un golpe la venda y saludó con la mano a la multitud que lo ovacionaba desde abajo por ambas acrobacias.
El Discovery Channel transmitió el espectáculo con retraso de algunos segundos para que los productores pudieran cortar las imágenes en caso de una caída de Wallenda.
El equilibrista, vestido con una chaqueta roja, probó la tensión del primer cable. Wallenda cruzó en seis minutos y medio el trayecto de 138,5 metros (454 pies) desde la torre oeste del complejo Marina City hasta la azotea de otro edificio ubicado en el otro lado del río.
El cable tenía una inclinación de 19 grados; comenzaba a 179 metros (588 pies) de altura y concluía a 179,22 metros (671 pies) de altura.
“Adoro Chicago y Chicago definitivamente me adora”, declaró Wallenda mientras caminaba sobre el cable en el sentido de ascenso, ante miles de personas que lo animaban a gritos desde abajo. “¡Que estruendo tan sorprendente!”, apuntó.
Wallenda efectuó su segunda acrobacia con los ojos vendados, un trayecto de 28,65 meteros (94 pies) a 165,51 metros (543 pies) de altura, entre las dos torres del complejo Marina City, sitios importantes que han salido en películas de Hollywood.
El especialista en caminatas sobre la cuerda floja a gran altura completó el segundo trayecto en poco más de un minuto.
Alrededor de las 6:40 de la tarde, pocos minutos antes del inicio programado de las acrobacias, Wallenda, que vive en Florida, había dicho que las condiciones de frío en Chicago no le impedirían la realización de las acrobacias.
“Sí, hay algo de viento, está frío, pero no es insoportable”, afirmó.
Durante los meses de preparativos para las acrobacias, helicópteros subieron los cables hasta las azoteas, se cerraron vías de tránsito y se consiguieron permisos de la Administración Federal de Aviación y la Guardia Costera de Estados Unidos.
Se pidió a los vecinos de los edificios del complejo Marina City que no utilicen señalizadores láser, flashes de cámaras ni drones que pudieran interferir en el acto. Incluso se prohibió hacer parrilladas.
Las autoridades de la ciudad de Chicago ignoraron la ley estatal que prevé el uso obligatorio de redes de seguridad para actos acrobáticos a más de seis metros (seis pies) de altura, con el argumento de que la normativa no aplicaba a especialistas de “élite” como Wallenda.
Dos de sus caminatas previas sobre cables a gran altura fueron televisadas, una sobre las cataratas del Niágara en 2012 y otra por la garganta del río Little Colorado en 2013. Cada una atrajo 13 millones de espectadores.
Un año antes de que naciera Nik Wallenda su bisabuelo Karl Wallenda se mató a los 73 años al caer desde las alturas durante una caminata sobre cable en Puerto Rico.
¿Qué sigue? Wallenda dijo que desea recrear una caminata a gran altura de 365,76 metros (1.200 pies) de largo que hizo famosa su bisabuelo.
Karl Wallenda realizó esta acrobacia sobre la garganta de las cataratas de Tallulah, en Georgia. Karl Wallenda se paró de cabeza sobre el cable en dos ocasiones aquella vez.
“El es mi inspiración de todo lo que hago”, declaró Wallenda el viernes a la prensa.
“Quiero hacer esa caminata con él. Con la tecnología, pues toda la acrobacia está filmada y así podré cubrir el trayecto en las alturas con mi bisabuelo. Me da escalofríos la idea”, afirmó. AP