Tras el Mundial de Brasil saltó la noticia de que James Rodríguez sería el nuevo jugador del Real Madrid, rápidamente se dio a conocer que el colombiano estaba casado con Daniela Ospina, una jugadora profesional de voleibol, que incluso había llegado a formar parte de la selección nacional de su país. Una profesional fuerte, con experiencia y un gran nivel deportivo que representaba una oportunidad de oro para los clubes de nuestro país, fue el VP Madrid el que consiguió hacerse con la jugadora a finales de septiembre, ahora cuentan los días para que la colombiana salte a la cancha.
Aunque ha estado presente en entrenamientos y no descuida su rutina deportiva, sus compromisos personales han impedido hasta ahora que Daniela Ospina haya participado en un encuentro como jugadora del VP Madrid. Desde el club prefieren que la colombiana debute jugando en casa, así que esperan que se estrene durante la jornada del 15-16 de noviembre, ya que el próximo fin de semana el equipo debe desplazarse a Castellón.
Con 22 años, 1.77 cm de altura y 63 kilos de peso, Daniela Ospina afronta ahora un gran reto pues hace un año y medio que se quitó sus zapatillas de deporte -de forma profesional- para volcarse en la pequeña Salomé, la única hija de la pareja y que ahora, además de animar a su papá desde las gradas del Santiago Bernabéu, también puede acudir a la sede que el VP Madrid tiene el Paseo de la Chopera para ver la destreza de su madre en la cancha.
Desde el equipo califican a la jugadora como “una deportista muy fuerte, a la que no se le nota haber estado un tiempo alejada del voleibol profesional”, algo normal si tenemos en cuenta que Daniela Ospina nunca se fue del todo. Sin ir más lejos, el pasado 26 de septiembre, cuando James Rodríguez ya era uno más del equipo blanco, ella no dudo en coger un avión a Colombia para disputar el día 28 la Copa Élite Área Metropolitana.
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