Hilda Cely, de 31 años, operadora del Metro de Caracas, murió tras haberse sometido a una operación de estética en una clínica capitalina, y su esposo Francisco Ávila formuló la denuncia en la Fiscalía General bajo la presunción de que se trató de una mala praxis, publica La Voz.
Ella ingresó a quirófano el viernes a las 4 de la tarde, para ser sometida a una lipotransferencia de grasa en glúteos en un centro de cirugía en el CCCT. Hora y media más tarde le notificaron al esposo que todo había salido bien, pero luego al notar el movimiento nervioso del personal intentó buscar una explicación, nadie se la dio y procedió a ingresar al quirófano, donde encontró a su esposa hinchada y un médico haciendo maniobras para reanimarla.
El anestesiólogo le dijo que Hilda había sufrido un paro. En una ambulancia la trasladaron a la clínica La Arboleda, de San Bernardino, siendo ingresada a terapia intensiva, y a las 4 de la madrugada del sábado le notifican que falleció.
El costo de la operación fue 38 mil bolívares. Hilda era alérgica a los calmantes y la doctora que la operó estaba en conocimiento de ello, según Ávila. Era la quinta intervención estética que se practicaba. Ya se había hecho dos de senos, una lipo y en rodillas.
Ávila está devastado. Le aconsejó a las mujeres que “hagan lo posible por mantenerse naturales y si van a operarse háganlo con un profesional reconocido”. Hilda dejó tres hijos, de 11, 6 y el menor de un año y medio.
AA