Pérdida del poder adquisitivo obliga al Gobierno a decretar tercer ajuste salarial del año

Pérdida del poder adquisitivo obliga al Gobierno a decretar tercer ajuste salarial del año

(Foto archivo)
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El presidente Nicolás Maduro anunció anoche un incremento de 15% del salario mínimo, el cual pasará a 4.889,11 bolívares a partir del 1 de diciembre, es decir, se agrega 632,31 a la remuneración básica mensual de los trabajadores. La pérdida del poder adquisitivo, acentuada por una inflación de dos dígitos, lleva al Ejecutivo nacional a repetir este año los tres aumentos del salario mínimo del 2013, los cuales han resultado insuficientes para cubrir la canasta alimentaria y más aún la canasta básica, publica Correo del Caroní.

El presidente Nicolás Maduro anunció un nuevo aumento del salario mínimo de 15 por ciento, con lo cual el sueldo básico acumula un incremento del 68,28 en lo que va de año para contrarrestar la inflación que el gobierno atribuye a la “guerra económica” de sus opositores.





“He decidido (…) decretar el aumento del salario mínimo al 15 por ciento desde el primero de diciembre, lo cual nos llevará la suma del salario mínimo y del ticket de alimentación acumulado en el año a 68,2 por ciento, muy por encima de la inflación”, dijo Maduro durante un acto con centrales obreras en el Palacio de Miraflores.

Maduro reiteró que Venezuela vive una escalada inflacionaria y de escasez como consecuencia de la “guerra económica” que la oposición y el sector privado han realizado con el fin de minar la popularidad de su gobierno.

Sin embargo, el mandatario socialista sostuvo que este nuevo aumento salarial logra incluso neutralizar la escalada inflacionaria “inducida” por sus adversarios como parte de su estrategia económica.

Censura con los índices
“He decretado el 68,28 por ciento de aumento en todo el año 2014, muy por encima de la inflación inducida, criminal de la guerra económica. Y así vamos a seguir, mientras ellos continúan en su guerra, nosotros continuaremos en el desarrollo de una estrategia integral”, explicó.

Como parte de esta estrategia, Maduro destacó que su gobierno seguirá combatiendo el acaparamiento y la especulación mediante las inspecciones y fiscalizaciones que lidera la Superintendencia de Precios Justos, por lo que pidió el apoyo de los trabajadores.

Venezuela cerró 2013 con una inflación del 56,2 por ciento, según datos del Banco Central (BCV), lo que transformó al país petrolero en el más inflacionario del hemisferio.

El ente emisor no ha publicado los índices inflacionarios desde agosto, cuando la tasa en los primeros ocho meses del año acumuló un incremento del 39 por ciento y la anualizada un 63,4 por ciento. Economistas privados estiman que el índice inflacionario podría cerrar el año en alrededor del 70 por ciento.

Posicionar la confrontación

El presidente Nicolás Maduro acusó a la oposición de trabajar para destruir la democracia a fin de apoderarse de las riquezas del país productor de petróleo.

El gobernante dijo que con las críticas al aumento salarial del 45 por ciento que decretó para la Fuerza Armada la semana pasada, la oposición estimula el odio hacia los cuarteles.

“La ideología de la derecha oligárquica es la intolerancia, el odio. Se pretende generar situaciones de intolerancia y violencia contra la Fuerza Armada Bolivariana”, señaló en un acto con trabajadores en la casa de gobierno.

Dijo que los “pelucones” (líderes de la oposición) criticaron el aumento a la Fuerza Armada, de la que, destacó, su trabajo es generar paz y estabilidad en el país.

“Han salido con una guerra de odio, violencia e intolerancia contra la Fuerza Armada, sólo porque decreté un 45 por ciento de aumento a los oficiales y soldados. La ideología de ellos es la intolerancia, el odio. Pero la Fuerza Armada ha recibido expresiones de apoyo, solidaridad y respaldo nacional”, aseveró.

Maduro se refirió directamente al líder de la oposición, Henrique Capriles, a quien llamó el “vago” de Miranda, quien dijo que el aumento salarial para los militares dejó de un lado al resto del país y pretende mantener felices a los soldados como base del gobierno.