La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, informó hoy que el esperado anuncio de su próximo ministro de Hacienda será después de la cumbre del G20, que se celebrará el 15 y 16 de noviembre en Australia. “No”, fue su escueta respuesta al ser consultada por la prensa acerca de si ya tenía definido al sucesor de Guido Mantega.
La mandataria también dijo que dará a conocer de a uno a los nuevos miembros de su gabinete. “Va ser por partes”, declaró a la prensa sobre los funcionarios de su segundo gobierno, que asumirá el 1º de enero de 2015.
Durante su campaña electoral, Rousseff había hecho hincapié en que si era reelegida, haría cambios en el gabinete. “Gobierno nuevo, equipo nuevo”, había dicho. De esa forma, había indicado que Mantega no sería renovado en su cargo.
Desde la semana pasada, distintos nombres han sido barajados por la prensa nacional sobre quién podría ser el nuevo ministro. El ex secretario ejecutivo de Hacienda Nelson Barbosa es uno de los candidatos propuestos, aunque el presidente del banco Bradesco, Luiz Trabuco, y el ex presidente del Banco Central Henrique Meirelles son los que más suenan.
Tanto Meirelles como Trabuco tienen el beneplácito del ex mandatario Luis Inácio Lula Da Silva, padrino político de Rousseff y quien ha ocupado un lugar clave para la gestión de la jefa de Estado. De hecho, ambos mantuvieron hoy un encuentro en Brasilia para discutir los nombres de los funcionarios del nuevo gobierno.
Mientras se define quién será el que comande el rumbo económico de Brasil en el segundo mandato de Rousseff, los mercados permanecen atentos. Ante la posibilidad de que el elegido sea el banquero Trabuco, las acciones de Bovespa -la bolsa de San Pablo- subieron la semana pasada.
El nuevo ministro tendrá que lidiar con varios problemas. Brasil, la séptima economía mundial, entró en septiembre técnicamente en recesión al registrar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, según cifras del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, estatal).
El PIB del segundo trimestre cayó un 0,6% en relación con los tres meses anteriores; mientras el crecimiento del primer trimestre fue revisado a la baja, de 0,2 a -0,2 por ciento. El gigante sudamericano enfrenta su cuarto año consecutivo de crecimiento moderado. Tras un alza espectacular del 7,5% del PIB en 2010, Brasil creció un 2,7% en 2011, un 1% en 2012 y un 2,5% en 2013.