Uno de los temas más importantes para que se propicie un diálogo diáfano y sincero entre gobierno y oposición, es la liberación, de los presos políticos, de los estudiantes universitarios, de los tuiteros y de todos aquel que piensa distinto en estas fechas navideñas, que nos invitan a la unidad, a la reflexión y al trabajo mancomunado para obtener un cambio en Venezuela.
No es justo que hoy dirigentes políticos, luchadores sociales y estudiantiles se encuentren privados de libertad por tener un enfoque distinto a la visión hegemónica y totalitaria que se construye desde el Gobierno. Es por ello que en el marco de la unidad vamos a desarrollar un conjunto de actividades por todo el país y más allá de Venezuela para lograr que nuestros compañeros queden en libertad. No obstante, el gobierno piensa que instruyendo expedientes en contra de dirigentes políticos, nos hará rendirnos, pero le decimos al país y a todos los venezolanos que para nosotros estas persecuciones son un motivo más de lucha y compromiso para seguir trabajando para lograr el cambio en nuestro país.
Debemos reflexionar y exigir la liberación inmediata de Leopoldo López, de Enzo Scarano, De Raúl Baduel y de su hijo, de Daniel Ceballos, de nuestros estudiantes, de los tuiteros y de todo aquel que ha sido condenado a los barrotes de la injusticia por pensar distinto y exigir un trato igualitario. Esta es una exigencia que debemos hacer en el marco de la unidad, porque no sólo se trata de solidaridad, sino de justicia frente a un régimen que llegó a su final, y quiere llevarse todo a su paso antes de implosionar.
Usan la manipulación, el chantaje, la persecución el amedrentamiento como manipulación, para tratar de distraer la atención de un pueblo que prácticamente está muriendo de mengua, porque el desabastecimiento, la escasez, la inflación, nos ha sometido a una sequía en todos los sentidos. Es decir, no conseguimos alimentos, medicinas, repuestos, insumos para subsistir y ahora aunado a toda esta calamidad, no tenemos gasolina, y esto implica mayores aumentos y mayor descalabro de la economía del país.
Los venezolanos no vemos el menor indicio de reflexión de este gobierno violento, corrupto y abusador, y por el contrario, cada día aumentan el odio, los descalificativos, la persecución y esto es propio de los gobiernos autoritarios, que cuando ya ven finalizados sus procesos de manipulación, apelan a la tortura, a la censura y a la mentira para mantenerse con vida, pero ya el pueblo no les cree ni una mentira más, porque han sido utilizados en sus buena fe y eso es un crimen.
Asimismo, hemos visto con asombro como el Viceministro de Política Interior y Seguridad y la directora de los Derechos Fundamentales del Ministerio Público, acudieron en nombre del gobierno venezolano a la ONU, a decir que nuestro país es privilegiado, respetuoso y garante de los derechos humanos, cuando vemos a nuestros dirigentes políticos, a nuestros estudiantes y a los que piensan distinto, sometidos a una privativa de libertad injusta, caprichosa, inhumana y precaria, donde sus condiciones de salud y estado emocional cada día se deterioran más, y lo más triste es que carecemos de un Estado de Derecho, de una administración de justicia imparcial y lo que tenemos en contraste, es un Presidente de la República, que usas las cadenas televisivas es para insultar, para enfrentar, para llamar a la violencia, y para manipular. Irrespeta a la disidencia venezolana, los maldice, los llama pelucones, asesinos, basura y cuantos calificativos negativos se le ocurre. Ya basta de sembrar tanta división entre hermanos. Ha llegado la hora de un cambio y juntos lo vamos a lograr porque esto no da para más.
Por todas estas razones y en días recientes he venido planteando y así lo reitero, que tenemos como objetivo fundamental de, tener una mayoría sólida y contundente el año que viene, que nos permita desde el parlamento y con un propósito de unión y cambio, trabajar para que Venezuela logre el cambio definitivo que es un país donde todos podamos existir con reconocimiento y trabajar en función del desarrollo, del respeto a los derechos humanos, a la propiedad privada y a todos los valores establecidos en la Constitución Nacional. En definitiva, desde el parlamento vamos a impulsar el cambio definitivo que el pueblo pide y exige, donde pueda haber paz, justicia y progreso.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
Primero Justicia
@ismaelprogreso