Estaba recostado a una cerca frente a su casa cuando vio venir a dos motorizados. Corrió para resguardarse, pero las balas lo neutralizaron. Al menos siete proyectiles le atravesaron la cabeza y la espalda a José Rafael Parra Parra, de 21 años. Los residentes del sector Palmarejo, en La Cañada de Urdaneta, escucharon la balacera, ayer a las 6.00 de la tarde, y se lanzaron al piso. Luego salieron a averiguar y vieron balbuceando sangre al muchacho. laverdad.com / Ana Karolina Mendoza
“Lo vi cuando hablaba por teléfono y luego vi arrancar la moto. Le disparó el parrillero. Era un muchacho flaco, con gora y franela”, declaró una testigo, quien se negó a identificarse por su seguridad. “Pirulo”, como llamaban al joven, quedó boca abajo sobre la acera. Una hora después lo trasladaron en el cajón de una camioneta de la Policía científica hasta el Hospital Concepción I, de donde lo retiró la furgoneta.
Los vecinos describieron a “Pirulo” como un muchacho tranquilo, “no era problemático”; pero la Policía maneja otro concepto de él: “era delincuente”, aseguró un oficial de la Policía regional. “Él conocía a los sicarios, por eso corrió pa’ que no lo mataran. Ese pertenece a una banda. Y fijo lo mataron pa’ que no hablara porque sabía muchas vainas. Los chamos de aquí que se meten a malos no duran mucho. Cuando quieren volar, les cortan las alas”.
José Rafael Parra Parra. 21. Residía en la avenida principal de La Ensenada, La Cañada. Era el segundo de tres hermanos.