Al menos 21 reclusos, de los cuales 17 confirmados por la policía, fallecieron intoxicados tras ingerir medicamentos anticonvulsivos este miércoles en el Centro de Reclusión David Viloria (conocido como cárcel de Uribana, Lara, suroeste), informaron a la AFP funcionarios policiales venezolanos que pidieron no ser identificados.
Los prisioneros estaban en huelga de hambre desde el martes, en protesta por lo que calificaban como tratos inhumanos y violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades penitenciarias.
Según el Observatorio de Prisiones, durante el motín, las autoridades salieron del penal, hecho que aprovecharon los reclusos para tomar control de la enfermería del recinto, donde tuvieron acceso a las medicinas.
La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) confirmó que en los centros de salud de Lara había 17 reclusos fallecidos, pero agregó que en Maracay (Aragua, suroeste) hay otros 4 reos muertos, quienes habían sido trasladados desde Uribana a la cárcel de Tocorón y que también se habían intoxicado con la ingesta de los medicamentos.
“Hay 15 fallecidos en el Hospital Central de Barquisimeto y otros dos en el Seguro Social. Y de los reclusos trasladados hay un grupo puntual de Tocorón también intoxicado, del cual 16 fueron al Hospital Central de Maracay: 4 de ellos fallecieron y 12 se encuentra atendidos pero no están muy bien de salud”, señaló a la AFP Humberto Prado, director del OVP.
La “ingesta de fámarcos” fue confirmada en un mensaje en Twitter por la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, quien anunció además que durante la noche de este miércoles emitiría un comunicado oficial sobre lo ocurrido en la carcel de Uribana.
Las informaciones policiales y de las organizaciones de derechos humanos señalan que también hay al menos 40 reclusos adicionales bajo atención médica por la misma intoxicación en Lara y Aragua. Prado destacó que no se conoce la situación médica de otros presos trasladados a otros dos penales en los estados Portuguesa y Guárico (suroeste).
Terror
Salían líquidos por la boca que luego se les resbalaba por todo el cuerpo. Llenos de una especie de baba, con la piel pálida y en ropa interior, acostados en una camilla. Muchos como inconscientes, otros con suero líquido en las venas, reseñó por su parte El Periodiquito.
Así fue como iban ingresando los reclusos de Uribana en el transcurrir de la tarde por la emergencia del Hospital Central de Barquisimeto “Antonio María Pineda”.
A las 4 de la tarde, tres ingresos seguidos llegaron en diversas ambulancias. Luego en las afueras de la emergencia los familiares gritaban cada vez que llegaba un recluso.