La presidenta Dilma Rousseff pidió madurez a la militancia de su Partido de los Trabajadores (PT) para aceptar el cambio de su equipo económico, que consideró imprescindible para asegurar la gobernabilidad. El llamado fue hecho en la noche del viernes durante una reunión de la dirección del partido, en la ciudad de Fortaleza. También hizo un llamado de alerta a su partido sobre movimientos “golpistas” en la oposición. “Esos golpistas que hoy tienen esa característica, ellos no nos perdonan por estar tanto tiempo fuera del poder. Tenemos que tratar eso con tranquilidad y serenidad, no podemos caer en ninguna provocación y no haremos radicalismo gratuito, ya que tenemos la responsabilidad de gobernar”, dijo.
Reseña el portal Brasil 247 que la presidenta Dilma Rousseff pidió madurez a la militancia de su Partido de los Trabajadores (PT) para aceptar el cambio de su equipo económico, que consideró imprescindible para asegurar la gobernabilidad.
El llamado fue hecho en la noche del viernes durante una reunión de la dirección del partido, en la ciudad de Fortaleza.
Miembros de las alas más izquierdistas del PT y movimientos sociales criticaron la designación del economista ortodoxo Joaquim Levy para el Ministerio de Hacienda.
“Tenemos que tomar las medidas necesarias, sin rupturas, sin choques, de manera gradual y eficiente, como viene siendo hecho. Tenemos que estar unidos. Necesitamos del protagonismo de todos ustedes y en este protagonismo destaco al PT. El PT tiene madurez y hoy, después de todo este período sabe que necesitamos tener legitimidad y gobernabilidad”, dijo la mandataria.
Dilma hizo un llamado de alerta a su partido sobre movimientos “golpistas” en la oposición. “Esos golpistas que hoy tienen esa característica, ellos no nos perdonan por estar tanto tiempo fuera del poder. Tenemos que tratar eso con tranquilidad y serenidad, no podemos caer en ninguna provocación y no haremos radicalismo gratuito, ya que tenemos la responsabilidad de gobernar”.
Para la reelecta presidenta de Brasil, la misión del PT es comprender que la coyuntura, la situación del país y las condiciones de la economía cambiaron. “Nosotros nos adaptamos a nuevas demandas y damos respuestas a cada una de ellas. Creo que esta es la gran misión del PT”.
Dilma, también, garantizó que el rumbo ortodoxo de la economía no afectará la esencia del programa del PT: “una cosa debe quedar clara y nadie se debe engañar sobre eso. Fui electa por fuerzas progresistas, no para cualquier proceso equivocado, sino para continuar cambiando Brasil”.