“Antes, a cualquier hora de la noche o de la madrugada conseguías una farmacia cerca con el cartelito de ‘turno’. Ahora no. Si hay una emergencia, es mejor no salir. Si no tienes carro, es imposible conseguir taxi. Si consigues, corres riesgo de que te atraquen por ahí y si llegas a la farmacia, capaz no hallas el remedio”, informa El Tiempo.
De esta manera resume la maestra jubilada María Martínez la realidad que confrontan en muchos municipios del centro y sur de Anzoátegui con los servicios de farmacia. La inseguridad galopante ha obligado a estos establecimientos a tomar medidas, como cambiar los horarios de atención al público.
En Anaco, los turnos se realizan cada cinco días. Tal es el caso de la farmacia Orinoco, ubicada en la avenida Bolívar, cuyo personal dejó de trabajar de noche por temor a los atracos.
La regente del expendio de medicinas, María del Carmen Covault, explicó que hace algunos meses envió una carta al Ministerio del Poder Popular para la Salud (Min-Salud), en la que les notificó la decisión de no cumplir con el horario nocturno.
“Hacemos turnos cortos, es decir, hasta las 10:00 pm. La inseguridad es tremenda en la zona. No podemos arriesgarnos y además estamos apenas a 500 metros de la sede de Farmatodo de la avenida Miranda. Ellos trabajan las 24 horas y así los clientes no quedan desatendidos”.
Sólo por ventanilla
En el municipio Santa Ana funcionan dos farmacias. Los turnos son interdiarios y se respeta el cronograma establecido. Lo que sí les preocupa es el incremento de la delincuencia en el pueblo.
La propietaria de la farmacia Delicar, Inés Souquet, dijo que han sido víctimas de atracos recientes en, al menos, tres oportunidades. “Nos robaron dos veces en la madrugada y la tercera fue a plena luz del día. Nos vimos en la necesidad de colocar puertas con cerraduras multilock y atender al público por una ventanilla”.