Delegados del gobierno de Colombia y de las FARC harán esta semana “una evaluación fría y objetiva” del proceso de paz, después de la liberación de un general cuya captura provocó la interrupción de las negociaciones.AFP
La primera reunión entre los representantes del gobierno del presidente Juan Manuel Santos y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) está prevista para este martes en La Habana, sede de los diálogos que se adelantan desde hace dos años para poner fin a un conflicto armado de medio siglo.
Santos, que suspendió las pláticas el 16 de noviembre tras la captura del brigadier general Ruben Alzate, el oficial de más alto rango tomado por esa guerrilla, anunció el lunes el viaje de sus delegados.
“Se van a ir un par de días un poco a evaluar dónde está el proceso, para dónde vamos, y a hacer una evaluación fría, objetiva, para ver cómo podemos continuar”, dijo en un programa de televisión institucional.
El jefe negociador de paz del gobierno, Humberto de la Calle, encabeza el grupo, en el que también están el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, el general (r) Óscar Naranjo y el general (r) Jorge Mora, todos plenipotenciarios en las negociaciones, que transcurren en Cuba sin un cese del fuego en Colombia.
Santos exigía para retomar los diálogos la liberación de Alzate y sus dos acompañantes, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, entregados el domingo a una misión humanitaria dos semanas después de haber sido retenidos durante un desplazamiento de civil y sin escoltas en el remoto y selvático departamento de Chocó (oeste).
Se espera que Alzate, un condecorado general de 55 años, explique este lunes las confusas circunstancias de su captura.
– “Al gobierno le tocará ceder” –
Antes de partir a La Habana, De la Calle llamó a las FARC no sólo a retomar las conversaciones sino a “buscar su pronta terminación”. “No da más espera la concreción de gestos que le demuestre a los colombianos en el terreno que nos aproximamos al fin del conflicto”, dijo.
Además, instó a la guerrilla a pasar “de la discusión a la acción” en relación con la desescalada del conflicto, un tema sensible y de difícil concreción, en discusión desde hace meses con las FARC, según De la Calle.
El jefe negociador también rechazó “enérgicamente” el uso de imágenes de las liberaciones por parte de las FARC, luego de la difusión este lunes de una fotografía en la que el general Alzate aparece posando para la cámara abrazando al comandante guerrillero alias Pastor Alape, jefe del bloque Iván Ríos que lo capturó.
Tras la entrega de los cautivos el domingo, las FARC llamaron a “rediseñar las reglas de juego” para que “ningún suceso bélico en los campos de combate” justifique una nueva interrupción. “Es hora del cese bilateral del fuego, del armisticio”, subrayaron.
Sin embargo, Santos, que se ha opuesto reiteradamente a una tregua, reafirmó en un comunicado su “convicción” de que ésta ha sido la mejor manera de “preservar” el proceso de paz.
Para el analista político Jairo Libreros, las FARC cobrarán al gobierno su gesto de liberar a los cautivos, a los que se suman otros dos soldados retenidos tras combates, entregados por los rebeldes el martes 25.
“Al gobierno le tocará ceder en alguno de los temas sensibles para esquivar el reclamo del armisticio parcial. Tiene que dar algo y algo importante, porque si no, el proceso va a quedar en el limbo”, dijo a la AFP.
Las diálogos con las FARC, la principal guerrilla de Colombia, con unos 8.000 combatientes, buscan poner fin al conflicto más antiguo del continente, que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.