“¡Ustedes pueden tomar (violar) a las mujeres no musulmanas y a las niñas cautivas! ¡Pueden tener sexo con ellas, incluso las niñas prepúberes! ¡Pueden venderlas o darlas como regalos a los otros!”
Las personas en Mosul recibieron estos y otros mensajes en voz alta después de las oraciones vespertinas de este viernes, cuando hombres armados distribuyeron un panfleto titulado “Preguntas y respuestas sobre la toma de cautivos y esclavos”, según contaron tres residentes a la cadena CNN.
“La gente empezó a reunirse en pequeños grupos charlando sobre este panfleto”, dijo uno de los hombres, a los que la CNN no nombró por razones de seguridad. “La mayoría están conmocionados, pero no podemos hacer mucho al respecto”.
El documento fue impreso por primera vez en octubre o noviembre, y más tarde publicado en una página web del ISIS. Recientemente, se hizo más público gracias al Instituto de Investigación Mediática de Oriente Medio (MEMRI, por sus siglas en inglés), una organización independiente no lucrativa con sede en Washington cuyo consejo consultivo incluye al ex secretario de Defensa Donalf Rumsfeld y a James Woolsery, quien fuera director de la CIA.
Muchos de estas historias han surgido desde que el grupo comenzó su califato islámico en Siria e Irak, incluyendo casos escalofriantes con los miembros de la minoría religiosa yazadí y con los asesinatos y maltratos de civiles inocentes simplemente porque no se suscriben al ISIS.
Los militantes han justificado sus acciones, como las decapitaciones de los periodistas y trabajadores voluntarios, en nombre de Dios. Incluso, es raro ver que su racionalidad caiga en un panfleto con la leyenda de “Preguntas y Respuestas sobre la toma de cautivos y esclavos”.
En la traducción de dicho documento por parte del Instituto Inglés de Investigaciones Mediáticas del Medio Oriente, explica que la captura de las mujeres es permisible si ellas “no son creyentes”, es decir, no musulmanas (al menos en los estándares del ISIS).
Gran parte de las conversaciones de las que se habla en el folleto es sobre la política de tener relaciones sexuales con una mujer esclava, actividades que el grupo justifica con el Corán. “Si ella es virgen, (su dueño) puede tener relaciones sexuales con ella de inmediato”, explica el ISIS, según una traducción de MEMRI. “Sin embargo, si no lo es, el útero debe ser purificado”.
Hay otras normas como el que los hombres co-propietarios de una cautiva puedan tener sexo con ella. En cuanto a las chicas: “es lícito tener relaciones sexuales con la mujer esclava que no ha alcanzado la pubertad sí es apta para las relaciones sexuales”, dice el documento, según MEMRI. “Sin embargo, si ella no es apta para las relaciones sexuales, entonces es suficiente para disfrutar de ella sin tener relaciones sexuales”.
Es claro que en el documento establece que, tanto jóvenes y viejos, los captores tienen el control total de sus cautivos. Tal como dice el texto, “es permisible para comprar, vender o dar como regalo cautivos y esclavas, porque ellos no son más que la propiedad”.
El folleto establece algunas otras directrices, como que la madre del cautivo no puede separarse de sus hijos pequeños y que una cautiva embarazada no se puede vender. Golpear a una esclava por disciplina está bien, pero golpearla por placer o como una forma de tortura no lo es.
Hay menos reglas para los propios cautivos, aunque el folleto del ISIS hace identificar una cosa como “el más grave de los pecados”: huir del dueño.
Este documento es el que más detalla la justificación de la esclavización de los no creyentes, según la definición del ISIS. Una y otra vez, el grupo cita el Corán y su visión de la Sharia.
Pero ninguno de sus racionalizaciones se sostiene, afirmó Bernard Freamon, profesor de leyes de la Seton Hall University el mes pasado a CNN.com. “Este argumento es claramente erróneo, hipócrita y sorprendentemente ahistórico, confiando en las fantasías masculinas inspiradas en historias de los tiempos del Islam imperial”, dijo Freamon. “También es una afrenta a los musulmanes, de todo el mundo bienpensante y una perversión criminal de la ley islámica, particularmente su principal fuente, el glorioso Corán”. Infobae