La cantante británica Sarah Brightman viajará a la Estación Espacial Internacional (EEI) en septiembre de 2015, anunció hoy Oleg Ostápenko, jefe de la agencia espacial rusa, Roscosmos, reseña EFE.
“A principios del próximo año Brightman comenzará la instrucción de vuelo”, dijo Ostápenko en rueda de prensa.
En principio, los entrenamientos se prolongarán durante seis meses y le obligarán a vivir de manera permanente en el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin, situado en las afueras de Moscú, por lo que tendrá que hacer una pausa en su carrera musical.
Brightman irá abordo de una nave Soyuz rusa desde el cosmódromo kazajo de Baikonur acompañada de dos cosmonautas -el ruso Serguéi Volkov y el danés Andreas Mogensen- y permanecerá en la plataforma orbital durante diez días.
Si supera el período de instrucción, la británica se convertirá en la octava turista espacial de la historia y la primera desde que en septiembre de 2009 volara a la EEI el canadiense Guy Laliberté, fundador del “Cirque du Soleil” (El Circo del Sol).
Cuando vuele tendrá ya 55 años, por lo que Brightman se convertirá en una de las personas de mayor edad en viajar al espacio exterior.
En un principio, Roscosmos, expertos y antiguos cosmonautas rusos pusieron en duda que Brightman tuviera auténticos deseos de volar al cosmos y sugirieron que, en realidad, se trataba de una campaña mediática para vender discos.
“No es la primera vez que ocurre algo así. Hace muchos años surgió la posibilidad de enviar un cantante al espacio que superó las previas médicas y con el que ya se planeaba firmar un contrato”, aseguró el pasado año Serguéi Krikaliov, jefe del Centro de Entrenamientos de Cosmonautas.
No obstante, la propia artista confirmó que Roscosmos le había informado de que había superado con éxito las pruebas médicas y físicas.
Los vuelos de turistas espaciales, que en el caso Laliberté tuvo que desembolsar unos 50 millones de dólares, son organizados por la compañía Space Adventures.
Rusia decidió suspender las visitas turísticas a la EEI debido a la falta de espacio, ya que ahora la tripulación de la plataforma se ha duplicado hasta seis tripulantes, y a la decisión de EEUU de suspender los vuelos de sus transbordadores.
La EEI ha abierto sus puertas a siete turistas espaciales: el estadounidenses Denis Tito (2001) fue el primero en viajar a la plataforma, mientras la estadounidense de origen iraní Anousha Ansari fue la primera mujer turista en visitar la estación (2006).
Rusia recurrió al turismo espacial a principios de la pasada década, debido a la grave crisis de financiación que afectó a su programa especial tras la desintegración de la Unión Soviética, la primera potencia en enviar un hombre al espacio exterior en 1961.
Al principio, la decisión rusa de enviar turistas al espacio fue muy mal recibida por la NASA estadounidense, que consideraba que la presencia de neófitos en la plataforma distraería a los inquilinos permanentes de la EEI.