Estados Unidos y Cuba iniciarán conversaciones para normalizar sus relaciones diplomáticas rotas desde enero de 1961, y en los próximos meses Washington abrirá embajada en La Habana, reseña VOA Noticias.
Así lo anunció la Casa Blanca, horas después de la liberación del estadounidense Alan Gross y la de tres espías cubanos que estaban presos en Estados Unidos.
“Está claro que las décadas de aislamiento de Cuba por parte de EE.UU. no han conseguido nuestro perdurable objetivo de promover el surgimiento de una Cuba estable, próspera y democrática”, dijo la Casa Blanca en una hoja informativa titulada “Un nuevo rumbo para Cuba”.
El presidente Barack Obama anunciará este mediodía los cambios en la política hacia Cuba, las cuales incluyen el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países, cooperación en temas como migración, operaciones antidrogas, protección medioambiental y tráfico de personas.
“Hoy, al tomar estas medidas, hacemos un llamamiento a Cuba para que desencadene el potencial de 11 millones de cubanos poniendo punto final a las innecesarias restricciones impuestas en sus actividades políticas, sociales y económicas”, dice la Casa Blanca en su información.
“Con ese mismo espíritu, no debemos permitir que las sanciones de EE. UU. impongan una carga aún mayor a los ciudadanos cubanos a los que estamos intentando ayudar”, agrega el comunicado.
El senador republicano por la Florida, Marco Rubio, dijo a la agencia Associated Press que “esto no hará absolutamente nada para apoyar los derechos humanos y la democracia en Cuba”.
En cambio, Rubio –cuyos padres emigraron a Estados Unidos luego de la revolución en la isla—piensa que el cambio de política “potencialmente servirá para proveer el impulso económico que el régimen de Castro necesita” para quedarse en el poder “por muchas generaciones”.