El presidente de Bolivia, Evo Morales, sugirió hoy a su colega de Estados Unidos, Barack Obama, y al Congreso de ese país aprobar normas contra el racismo y la pena de muerte en lugar de leyes “para castigar o bloquear a Venezuela”.
Morales se refirió al tema en un encuentro con sus embajadores reunidos en La Paz, a propósito de la aprobación en EE.UU. de una ley que prevé la congelación de activos y la prohibición para emitir visados a funcionarios venezolanos supuestamente relacionados con la violación de los derechos humanos en su país.
“Un presidente que viene de familias discriminadas, por qué no aprueba normas para acabar con la discriminación en Estados Unidos”, dijo Morales en alusión a Obama y a las manifestaciones en esa nación contra la violencia racial de la Policía.
Asimismo, Morales dijo que el Congreso estadounidense debería aprobar normas para terminar con la pena de muerte, en lugar de emitir esas leyes para sancionar a Venezuela.
“Esta clase de políticas hace mucho daño. Sin embargo, estamos juntos con Venezuela y con Cuba. Somos parte de este proceso”, dijo el mandatario boliviano.
Morales contrastó la decisión de Estados Unidos sobre Venezuela con el reciente anuncio de Washington y La Habana de que reanudarán sus relaciones diplomáticas y calificó a éste como hecho histórico.
“Entiendo que hace dos días atrás ha ganado el socialismo y ha perdido el capitalismo”, dijo Morales, respecto al anuncio hecho por Obama y el presidente de Cuba, Raúl Castro.
Morales ya se refirió al tema el jueves cuando dijo que el 17 de diciembre será recordado como el día en que Cuba “dobla a Estados Unidos gracias a la unidad del mundo entero”, y a la perseverancia y la unidad del pueblo cubano.
El canciller boliviano, David Choquehuanca, reveló hace unos días que trabaja para organizar una reunión entre Morales y Obama, con el propósito de mejorar la relación que se mantiene a nivel de encargados de negocios desde que en 2008 ambos Gobiernos expulsaron a los embajadores del otro país.
No obstante, Morales siempre ha sostenido que a su país le va mejor en lo económico y político sin la presencia de un embajador estadounidense en La Paz. EFE