Bueno si para los humanos representar coartar la libertad de expresión el darle en la torre a un dron que gandallamente invade tu espacio, no lo es para la naturaleza.
Nomás porque tiene la ventaja del uso de la tecnología, el dueño de este buscado gadget creía que saldría bien librado de su virtual convivencia con los canguros. Claro que no: haciendo gala de esa fama que tienen para los buenos golpes, el marsupial arremetió contra el dron que quería registrar la vida animal.
Si las estrellas de la farándula soportan el ruido y la presencia del extraño objeto, los habitantes de la naturaleza parece que tampoco.
Vía sopitas