Gordibuena: dícese de aquella mujer con sobrepeso, sexualmente atractiva y que lo tiene todo en su sitio (sobre todo la cabeza).
Para identificar a una gordibuena basta con verla y que te guste, pero he intentado buscar los cinco rasgos característicos para hacernos el trabajo más fácil:
1. Una cara bonita. Normalmente esto viene acompañado de esa ranciedad a la que estamos tan acostumbradas: “Con lo guapa que eres… de cara“. Pffffff.
2. Un cuerpo proporcionado. Porque sí, queridos mios, se puede estar gorda pero tener un cuerpo armonioso y las lorzas muy bien puestas.
3. Muchas ganas de sacarse partido y de molar. La ropa, el maquillaje y los complementos dicen mucho de las personas y toda gordibuena sabe perfectamente cuáles son esas prendas que le hacen parecer una tremendísima amazona.
4. Tener el guapo subido. Esto tiene más que ver con la autoestima y la actitud vital que con una simple apariencia física. Una persona es más atractiva por lo que transmite y aquí entra en juego la universidad de “quiérete a ti misma“.
5. Mucho sentido del humor. Casi todas las mujeres, por el simple hecho de cómo nos han educado, tenemos complejos, pero es fundamental saber llevarlos con gracia. Una gordibuena tiene que saber reírse del tamaño de su culo o de sus pechugas, porque es muy consciente de lo que ve en el espejo y lo adora.
Vía Weloversize