Los empresarios
estadounidenses se apresuran a ponerse en fila ante las enormes oportunidades que ofrece el acercamiento a Cuba, aunque deberán ser pacientes para aprovechar todo el potencial, advirtieron consultores en Florida, el estado que más podría beneficiarse.
Con información de El Nuevo Herald
Luego del anuncio del miércoles pasado de la normalización de relaciones entre La Habana y Washington tras medio siglo de hostilidades, “todo el mundo está inquieto, esto es como un tsunami de pronto. Hay mucho empresario estadounidense que ha entrado en pánico” dijo Emilio Morales, presidente del Havana Consulting Group en Miami.
“Quieren apurarse, pero esto no es así, es todo un proceso, que comienza ahora y va a haber un periodo de al menos un par de años” mientras se afinan los detalles de la nueva relación, dijo Morales, quien afirma que su teléfono no ha dejado de sonar desde la semana pasada.
Lo más importante es que cambió “dramáticamente el tono de la conversación” y eso “desde el punto de vista de negocios”, hace que “lo que antes era solo un prospecto del futuro, ahora empiece a estar en el horizonte”, indicó Pedro Freyre, abogado cubano-estadounidense que dirige la división internacional de la firma Akerman.
Comenzó la fase “de desmontar el embargo, y el mercado crecerá y será mas atractivo en la medida en que se vayan quitando las piezas del embargo y ese es un proceso que va a tardar”, señaló Morales.