Historias acerca del Internet de las cosas —objetos cotidianos que han sido modernizados y ahora envían y reciben datos— son cada vez más comunes en los medios de comunicación, y por un buen motivo. Según lo publicado en julio en un post del blog Bits, del New York Times, “los próximos años, pocas cosas tendrán mayor impacto que el Internet de las cosas, o el IoT [Internet of Things] […] El IoT debería, en el futuro, llegar a cerca de 200.000 millones de autos, utensilios, máquinas y dispositivos en todo el mundo”.
Pero antes de que podamos llegar a esos 200.000 millones en el futuro, o a un número aún mayor de objetos interconectados, los desarrolladores tendrán que lidiar con una serie de desafíos prácticos. Durante el reciente congreso BizTech@Wharton, los participantes en los paneles de inversiones de riesgo, startups de hardware y empresas de software emergentes compartieron sus experiencias como pioneras del Internet de las cosas, y hasta mostraron algunos de sus aparatos más nuevos.
Escoger a los vencedores
Michael Aronson, director gerente de MentorTech Ventures, mostró al auditorio el Zepp Sensor, un aparato diseñado para analizar de qué manera exactamente las personas mueven el bate de béisbol, la raqueta de tenis y, en el caso del objeto que él llevó al evento, el palo de golf, con el objetivo de orientarlas para que puedan mejorar su rendimiento. El aparato, explicó Aronson, informa de “la velocidad de mi movimiento, el plano de la pegada […] y me aconseja sobre el bate que debo usar. Es simplemente fantástico”. Pero cuando le preguntaron si eso dejaría sin empleo a los caddies, él respondió que no. Aronson explicó que el Zepp no siente el movimiento, por lo tanto no puede sugerir a nadie cómo jugar según las condiciones del tiempo como hace de manera inteligente un caddie. Sin embargo, añadió, “sin lugar a dudas esa es una función que se puede añadir en el futuro”.
A continuación, Aronson trató de un asunto aún más próximo a su medio: el riesgo que se corre a la hora de evaluar una inversión saludable en ese nuevo sector. “La gran pregunta que siempre hacemos es la siguiente: ‘¿Cómo transformar eso en dinero?’” Aronson contó entonces una reunión reciente que tuvo con una empresa de San Francisco que desarrolló un sistema de protección vía Internet para las escuelas y que era pagado por los padres. El sistema bloquea ciertas aplicaciones y webs en los aparatos de los niños y restringe el acceso a otros, liberándolos sólo en determinadas horas o días. “Y ahí viene la pregunta: ‘Muy bien, ¿cuántos padres adoptaron el sistema y cuánto están pagando por él?’ La verdad es que no se hicieron muchas pruebas”. Además, los ingresos mensuales recurrentes de la empresa eran de menos de US$ 50.000, en lugar de los US$ 75.000 a US$ 100.000 que, según Aronson, era lo que él esperaba.
No se sabe tampoco si las personas pagarán por el servicio mensual del sistema. “Hoy, cerca de un 25% de las personas que compran el hardware continúan con el modelo de suscripción que expira después del periodo de prueba gratuito”. En general, Aronson cree que la empresa aún tiene que demostrar a los inversores su total viabilidad.
A continuación, Aronson mostró al auditorio otro aparato: el NeatConnect, un escáner que no necesita estar conectado al PC. Él explicó que el aparato, que llegó al mercado el año pasado, trae incluido un firmware inteligente (un software que maneja físicamente el hardware) que envía imágenes directamente al servicio de almacenamiento de Neat en la nube, o a un lugar que desee el usuario, como Google Drive o Dropbox. “Esta es una de las empresas de nuestro portafolio […] con cerca de US$ 100 millones en ingresos”.
Cuando le preguntaron si era verdad que los inversores de riesgo tendían a alejarse de productos como NeatConnect, que depende del hardware licenciado, Aronson respondió: “Hay mucha gente alérgica al hardware actualmente, aunque eso esté cambiando un poco gracias al éxito de empresas como Nest [Labs]”, empresa de automatización para el hogar adquirida por Google en enero pasado. Él dijo que, en realidad, Neat está en proceso de transición, lo que “modificará todos nuestros servicios de software y de nube, de manera que operen en cualquier hardware disponible”.
Conectarse donde la conectividad es escasa
Otro miembro del panel, Daniela Perdomo, trabaja en el sector del hardware, aunque esa no fuera originalmente su intención. Perdomo es una de las fundadoras y consejeras delegadas de goTenna, una startup que fabrica herramientas para la comunicación descentralizada. El aparato de goTenna, que recuerda a un estuche de bolígrafos sofisticados que lleva unido una pequeña cinta, puede trabajar junto con un teléfono inteligente para que el usuario —tal y como dice la web de la empresa— “pueda comunicarse sin cualquier necesidad de conectividad centralizada— sin torres de móvil, wifi, satélite— por eso incluso cuando usted no está conectado a ninguna red, seguirá conectado”. El “truco”, naturalmente, es que el aparato solamente permite la comunicación con otro aparato equipado con el sistema de goTenna, cuyo alcance es de sólo algunos kilómetros. A veces, sin embargo, ese tipo de conectividad persona a persona es todo lo que usted necesita.
“No creé la empresa pensando en comenzar una compañía de hardware, pero no había otra manera de resolver el problema de ausencia de conectividad”, dijo Perdomo. “Por lo tanto, vimos que era preciso tener un hardware, y ahí rápidamente nos dimos cuenta de que había necesidad también de firmware, redes y software, además de una web para el producto. Finalmente, necesitábamos de todo”.
El aparato de goTenna, dijo Perdomo, “puede ser muy útil para quien hace senderismo, en viajes, en situaciones de emergencia o casos en que la conectividad central falla.
“Somos un poco diferentes de la mayor parte de los aparatos conectados”, dijo Perdomo. “Usamos Bluetooth LE [baja energía], que es el nuevo patrón […] Tal vez ya hayan sufrido la pesadilla de intentar conectar su iPhone al coche, o lo que sea; el hecho es que el Bluetooth LE facilita mucho el trabajo de conexión y no descarga su batería.
“Como plataforma de hardware, goTenna se puede combinar con un software, de manera que “es posible ganar dinero con él en una cantidad de cosas”, dice Perdomo. Ella dijo, por ejemplo, que Facebook Messenger demostró interés por goTenna debido al concepto de suministro de servicios de mensajes en partes del mundo en desarrollo en que es difícil o imposible conseguir señal de móvil.
Una idea más inteligente para una casa inteligente
“Cuando voy a casa por la noche, la puerta de mi garaje se abre automáticamente en el momento en que el coche pasa por el camino de entrada; si ya hubiera anochecido, las luces de la casa se encenderían, la puerta interna se abriría y se desbloquearía”, dijo Mike Harris, fundador y consejero delegado de Zonoff.
Zonoff es una empresa de software para la casa inteligente. Ella gestiona, entre otras cosas, el servicio de automatización para casas Staples Connect, ahora disponible en más de 500 tiendas de Staples en todo el país. Además de sistemas de apertura de garaje, encendido de luces y activación de cerraduras vía Internet, el servicio también conecta gadgets como alarmas de humo, detectores de movimiento, cámaras, termostatos y sensores de agua.
Harris describe Zonoff como un “tipo de proveedor de tecnología entre bastidores, de marca blanca para […] empresas multimillonarias que tienen canales con el consumidor”. Harris dijo que Zonoff trabaja con tecnologías de empresas grandes y pequeñas —”desde las Lutrons y Honeywells del mundo a startups y Fitbits, empresas de wearables”— juntándolas en una “experiencia sin costuras aparentes”.
Como empresa emergente, el mayor desafío de Zonoff actualmente es la escala, dice Harris. “El mercado se calentó tanto que todos quieren formar parte de él lo más rápido posible, por eso estamos contratando rápidamente para producir muchos de esos recursos”. Pero Zonoff ve otro desafío en la industria para el sector de la casa inteligente: el consumidor desconoce la existencia de ese sector. “Es por eso, en parte, que optamos por la estrategia de asociarnos a marcas grandes y bien conocidas, porque así aprovechamos su alcance y educamos al consumidor acerca de la viabilidad de esa tecnología”.
¿Cuál es el próximo paso del Internet de las cosas?
Los miembros del panel debatieron sobre la trayectoria del Internet de las cosas, tal y como creen que será en el futuro. Aronson pronosticó el éxito del reloj de Apple. “Es un excelente producto independiente”, dijo. El moderador preguntó a Aronson si el reloj no “engulliría las Fitbits que andan por ahí” — refiriéndose a la exitosa pulsera para hacer un seguimiento de la actividad y del sueño. Aronson dijo que sí.
Perdomo observó que algunas características tecnológicas del IoT [Internet de las cosas] originalmente dirigidas al consumidor podrán extenderse a otras aplicaciones si “son realmente útiles, y no simples novedades”. Ella proporcionó ejemplos de su experiencia con el goTenna. “Nosotros lo creamos para resolver […] lo que para mí era el problema de la imposibilidad de comunicación cuando yo más necesitaba comunicarme. Lanzamos el producto pensando en el consumidor, y ahora tenemos una subvención de US$ 2 millones de la ciudad de Nueva York para suministrar el producto a las pequeñas empresas. También estamos conversando con Bank of America, Swiss Re y Médicos sin Fronteras”.
Los miembros del panel también identificaron industrias que, en su opinión, están maduras para el desarrollo futuro de la IoT. Aronson llamó la atención sobre los servicios financieros. “El sector de pagos está experimentando muchas innovaciones actualmente […] Todo el mundo comenzará a usar un aparato para eso, y habrá muchas maneras de interactuar con su banco y con las tiendas”. Harris citó el área de deportes como un sector lleno de posibilidades y ofreció como ejemplo los cascos ‘inteligentes” de fútbol americano que envían alertas de conmociones cerebrales al equipo técnico del jugador. Harris cree que el sector de la educación también se beneficiará bastante de esas tecnologías. “Será posible monitorizar a los niños en la escuela: lo que están haciendo, los niveles de las actividades, cuestiones de seguridad. Creo que hay posibilidades realmente interesantes […] y que hoy en día están siendo muy poco atendidas”.
Publicado originalmente en Knowledge Wharton