El presidente Barack Obama calificó de “trágico evento” la desaparición de 43 estudiantes en México y respaldó las medidas adoptadas por el gobierno mexicano a raíz de la tragedia, durante una reunión con su par Enrique Peña Nieto en la Casa Blanca, .
El encuentro tuvo lugar en el peor momento de la presidencia de Peña Nieto, tras la desaparición de los estudiantes en setiembre.
Estados Unidos es un “amigo y partidario de México en sus esfuerzos para eliminar el auge de la violencia ligada a los carteles de la droga”, dijo el mandatario tras la reunión de una hora.
“Queremos ser un buen socio en ese proceso”, insistió Obama en declaraciones a la prensa al término de la reunión.
Peña Nieto, que visita la Casa Blanca por primera vez como presidente, agradeció por su parte la cooperación estadounidense en la lucha contra el narcotráfico.
Un centenar de mexicanos pedía este martes en la plaza frente a la Casa Blanca, parcialmente cubierta de nieve y hielo, la renuncia de Peña Nieto y su enjuiciamiento por las muertes y desapariciones de ciudadanos a manos de agentes del Estado.
“Plan México: EEUU pone las armas y México pone los muertos”, rezaba un enorme cartel en la plaza, al tiempo que incontables pancartas recordaban la desaparición de los estudiantes. “Fue el Estado”, afirmaba un cartel en español e inglés, en referencia a ese episodio.
La noche del 26 de septiembre, un grupo de estudiantes de la combativa escuela de magisterio de Ayotzinapa (Guerrero, sur) fueron atacados a balazos en la cercana Iguala por policías locales coludidos con narcotraficantes.
Tras la balacera, que dejó seis muertos, desaparecieron 43 de estos jóvenes.
Según la fiscalía, los policías los entregaron a miembros del cártel local Guerreros Unidos, quienes los habrían asesinado e incinerado los cuerpos. Hasta el momento sólo se ha podido identificar los restos calcinados de uno de ellos.
En total, unas 90 personas han sido detenidas por este caso, entre policías, narcotraficantes y funcionarios.
El lunes, el director para las Américas de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, pidió a Obama una postura más firme ante lo que denominó una “crisis de derechos humanos” en México.
Migración, economía y Cuba
La agenda de los mandatarios se centró también en asuntos de migración, economía y en la aproximación de EEUU y Cuba en la que México busca ser un facilitador.
Obama agradeció a Peña Nieto su compromiso para trabajar con la Casa Blanca alrededor de las medidas adoptadas por su gobierno que prevén la legalización de unos cinco millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
Dos de cada tres inmigrantes que se podrán beneficiar de las medidas anunciadas en noviembre por Obama son mexicanos, la comunidad más importante entre los 52 millones de hispanos que viven en el país.
En el marco de la visita del mandatario mexicano, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el ministro mexicano de Finanzas, Luis Videgaray, abrieron una reunión bilateral de diálogo económico en Washington.
Biden y Videgaray, junto a una delegación que incluía a los ministros de Exteriores, Energía, Seguridad y Comercio de ambos países, dieron inicio al segundo Diálogo Económico de Alto Nivel, centrado en la cooperación energética y comercial, y en la modernización de la frontera que comparten ambos países.
“No hay razón para que la relación Estados Unidos-México, que ya es fuerte, no esté entre las mas fuertes del mundo”, resaltó Biden, pidiendo que el encuentro de las delegaciones concluya con “metas específicas”.
Peña Nieto y Obama sostenían un almuerzo, y luego el líder mexicano acudirá a la colocación de una ofrenda floral en el cementerio nacional de Arlington, en las afueras de Washington, antes de regresar a su país la noche del martes.
AFP