Encuentran la cola del avión de AirAsia

Encuentran la cola del avión de AirAsia

Underwater photograph of  what is believed to be wreckage of AirAsia QZ8501 in the Java Sea

Los equipos de rescate de Indonesia confirmaron hoy que han localizado una sección de la cola del avión de AirAsia que se estrelló el 28 de diciembre con 162 personas a bordo, donde esperan encontrar las cajas negras.

Fotos Reuters





“Puedo confirmar que lo que hemos hallado es parte de la cola (…) ahora estamos tratando desesperadamente de localizar las cajas negras”, dijo el director de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas) de Indonesia, Bambang Soelistyo, en rueda de prensa en Yakarta, según los medios locales.

El Airbus 320-200 tiene instaladas en un departamento en la popa las llamadas cajas negras, dos dispositivos de color anaranjado que guardan registro de las conversaciones en la cabina y de los datos de vuelo.

Soelistyo detalló que ambas “se encuentran tras una puerta, en el lado derecho de la cola”.

El problema, tanto hoy como en días anteriores, es el mal tiempo en el área, las fuertes corrientes marinas y el oleaje.

La zona en la que buscan el Airbus 320-200 de AirAsia está en plena estación lluviosa, en el periodo cuando más precipitaciones y tormentas se producen, de acuerdo con los registros meteorológicos de las últimas tres décadas.

Debido a estas condiciones, los buzos han tardado varios días en poder descender hasta la cola encontrada para verificar el hallazgo.

El consejero delegado de AirAsia, Tony Fernandes, y otros expertos involucrados en las operaciones de búsqueda y rescate se mostraron hoy confiadas en que se avanza por el buen camino y que pronto hallaran las cajas negras, a cuyas baterías les quedan unas tres semanas de vida.

“Tengo entendido que una sección de la cola ha sido encontrada. Si es la sección correcta, las cajas negras deberían estar ahí”, escribió Fernandes en su cuenta de Twiter.

“Necesitamos encontrar todas las partes pronto para hallar a todos los pasajeros y aliviar a los familiares. Ésta es aún nuestra prioridad”, añadió el directivo malasio.

Los equipos de rescate han recuperado 40 cadáveres hasta el momento de las 162 personas que viajaban a bordo, en un operativo que incluye decenas de barcos y aviones de Indonesia, Estados Unidos, Rusia, China, Malasia y Singapur, entre otros.

Los cuerpos sacados del agua son trasladados primero a una base área en Borneo antes de acabar en la ciudad javanesa de Surabaya, donde forenses trabajan en su identificación y donde esperan muchos de los familiares de las víctimas.

El indonesio Nurcahyo, investigador del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte, declaró hoy a la cadena de televisión Channel NewsAsia que las cajas negras esclarecerán el accidente, pero apuntó que, aunque no las encuentren, se podría aclarar la causa con otros datos recabados.

“Tenemos cuatro filas de asientos de pasajeros, en total diez asientos. Tres salidas de emergencia, partes del interior y el asiento de una azafata. Todo estaba flotando”, detalló Nurcahyo.

El director de Basarnas señaló que existe la posibilidad de que la cola y el fuselaje se partiesen y acabasen en lugares separados.

“La localización de la cola está relativamente lejos del punto donde se perdió el contacto (con el avión), de unos 30 kilómetros”, manifestó Soelistyo.

El vuelo QZ8501 despegó de Surabaya en la madrugada del 28 de diciembre y tenía previsto aterrizar unas horas más tarde en Singapur, pero se estrelló en el mar de Java unos cuarenta minutos después de partir.

Transportaba 155 indonesios, tres surcoreanos, un británico, un francés, un malasio y un singapurés, entre 155 pasajeros y una tripulación de 7 miembros.

El piloto llamó a la torre de control en Indonesia cuando sobrevolaba el mar de Java por el sur de Borneo y solicitó permiso para virar a la izquierda y subir desde los 32.000 pies de altitud (9,76 kilómetros) hasta los 38.000 (11,59 kilómetros) para eludir una tormenta.

La torre de control aprobó el viraje en el momento pero cuando unos minutos después llamó al piloto para autorizar el ascenso, aunque solo hasta los 34.000 pies, no pudo establecer contacto. EFE