Se terminó el 2014, y con él el año en el que “El diario de Noa” o “The Notebook” cumplía, ni más ni menos, 10 añitos. Eso es, señoras y señores, esta bonita y romántica película que ha marcado a niñas, mujeres, y a toda una generación, celebraba su cumpleaños.
Con información de Codigonuevo.com
Y es que, si hay quien culpa a Disney de las altas expectativas que se tienen sobre los hombres, “The Notebook” debería tener cadena perpetua, porque lo que nos ha hecho es todo un delito. Por el poder que me ha sido otorgado, esta película es culpable de dar un falso ejemplo en lo que a relaciones sentimentales respecta. Y si todavía no has visto esta oda al romanticismo irreal, ya estás entrando en Seriesly. Ah, no, que ya no se puede… Entonces sigue leyendo.
1. No No Noa
Para empezar, ¿qué hombre hecho y derecho se llama Noa? Noa es un perfume, Noa es la perrita de mi vecina, pero, por favor, el hombre de mi vida no puede llamarse Noa. No hay concordancia entre el hombre que vemos en la pantalla y ese ridículo nombre más digno de “Brokebreak Mountain” que de un “machomen” con el que soñar. Partiendo de esta base, el mejor consejo es que si tiene nombre de chica o de perfume, no es de fiar.
2. Esperando que es gerundio
No te confundas. Lo de esperar no es la tónica habitual, o al menos en los tiempos que corren. ¿O te imaginas conociendo a un chico una noche, perder el contacto después de una tórrida historia de amor, y décadas después, con tu vida rehecha y otro maromo bajo tus sábanas encontrarle, sin una arruga, ni una cana, y con una pedazo de mansión detrás, una pedazo de mansión que prometió construirte mientras bailaban “La Gasolina”? Piénsalo y reflexiona; ¿te lo imaginas? Ten en cuenta lo caro que está el ladrillo hoy en día, eso es fundamental.
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