Por lo general los días lluviosos o grises nos parecen odiosos y la única manera de aprovecharlos es llamar a decir que “estás enferma”, para poder quedarte empiernada bajo la cobija. Pero aunque no lo creas, enfrentar el frío natural o artificial, puede tener sus beneficios.
Con información de Erikatipoweb.com
Al parecer, exponerse a temperaturas bajas puede ayudarnos a quemar más calorías. Lo cual parece tener bastante sentido. Así como los animalitos—más responsables—guardan los alimentos para el duro invierno, nuestro organismo de algún modo hace lo mismo. Así que, cuando llega el frío, nuestro cuerpo usa la energía que consumimos o la que “acumulamos” (es decir, la grasa) para mantener una temperatura corporal estable y evitar que muramos congeladas.
Esta información no es nueva, de hecho ya te habíamos recomendado entrenar en frío, darte duchas de agua helada o simplemente subirle la potencia al aire acondicionado en la oficina. Pero, evidentemente había que sacarle más provecho.
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