Alrededor de un millar de personas, según fuentes policiales, se concentraron hoy en Nueva York para protestar por la masacre en la revista satírica francesa Charlie Hebdo y para reivindicar la libertad de expresión.
Los asistentes, en su mayoría franceses, se congregaron en la céntrica plaza de Washington Square, donde entonaron la Marsellesa -el himno nacional galo-, mantuvieron un minuto de silencio por las víctimas del ataque terrorista y corearon cantos como “libertad de expresión”.
“La libertad de expresión es algo que debería ser un tesoro y mucha gente ha muerto por ello. Estos dibujantes no son los primeros ni serán los últimos, pero me he sentido más afectada por haber sido en Francia. Me hace pensar que no importa de dónde vienes, debemos luchar por este derecho”, dijo a Efe Linda, una parisina residente en Nueva York.
Los asistentes al acto, que fue convocado mediante las redes sociales, portaban los carteles negros con el eslogan “Je Suis Charlie” (Yo Soy Charlie), convertido en símbolo en contra de la masacre alrededor del mundo y de apoyo a los ciudadanos galos, como señaló a Efe el madrileño Iñaki Carmona.
“Estamos aquí intentando mostrar nuestra solidaridad al pueblo francés y luchando por nuestros derechos de comunicación y de información. Aunque la gente piense distinto, no tiene que haber una razón para la barbarie que han cometido”, subrayó Carmona, quien reside en Estados Unidos desde hace doce años.
Los manifestantes permanecieron en la plaza durante más de dos horas pese a las temperaturas bajo cero y pudieron presenciar la actuación de un pianista, que interpretó conocidas melodías como el “Claro de Luna”, junto con una bailarina, que, enfundada en un traje de cuero, se deslizaba en una barra mostrando un cartel de protesta.
Algunos de ellos también lucían pancartas con las polémicas portadas con el retrato de Mahoma que publicó la revista francesa.
Entre ellos, el matrimonio neoyorquino formado por el escritor James Lincoln Collier y su mujer, Linda, enseñaban con orgullo un número original de la revista con la imagen del profeta.
“Nos sentimos personalmente atacados. Estábamos en Perpignan cuando salió publicado este número”, explicó Collier, que se trasladará junto a su esposa a París a finales de enero para residir en la capital francesa durante dos meses, como hacen cada año.
“Amamos a París y amamos a Francia. Hemos venido aquí para apoyar a los franceses y para reivindicar la libertad de expresión”, aseguró.
La manifestación central por la masacre, en la que murieron doce personas, tendrá lugar mañana en París, adonde se desplazarán líderes políticos de todo el mundo para mostrar su rechazo a esta acción terrorista. EFE