Probablemente ya lo sabes, pero tu cerebro te engaña. Todo el rato. La mayoría de veces es por tu propio bien, otras, simplemente, porque el cuerpo humano es imperfecto. La cronostasis es un fenómeno en el cual parece que el tiempo se alarga, o simplemente se detiene, durante unos instantes.
Es muy posible que lo hayas experimentado alguna vez: de repente miras el reloj y parece que se ha parado, el segundero no se mueve, y después de lo que parece una eternidad, o por lo menos algo mucho más largo que un segundo, la aguja retoma su ritmo habitual. O realizas una llamada de teléfono y de repente parece que han descolgado porque el espacio de tiempo entre cada tono es mucho más largo y el siguiente no parece llegar.
Otra manera de comprobarlo es poniéndote enfrente de un espejo cerca de la cara y mirar alternativamente a tu ojo derecho e izquierdo. Cualquier otra persona que te observe verá sin problemas como tus ojos se mueven alternativamente a un lado y a otro, pero tú no.
Es un mecanismo del cerebro que evita la imagen borrosa que se forma cuando movemos la cabeza o los ojos muy rápido. Y la cuestión es que es algo que hacemos de manera constante en el día a día. Continuamente estamos mirando en todas direcciones.
Para ello el cerebro captura la última imagen que ha recibido estabilizada y la mantiene hasta que nota que todo vuelve a la normalidad durante el mismo tiempo que hemos estado moviendo la cabeza, que es cuando interrumpe el enmascaramiento y todo continúa como si nada. Es el motivo por el que no puedes ver como tus ojos se desplazan rápidamente a un lado y a otro
Gracias a Einstein sabemos que el tiempo no es una constante, lo interesante aquí, sin embargo, es que desde el punto de vista de la percepción humana tampoco lo es, ni siquiera lo parece. Y aunque conocemos qué es lo que provoca esas variaciones, desconocemos aún por qué.
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