Freddy Paz: Oportunidades para todos

Freddy Paz: Oportunidades para todos

thumbnailfreddypazTodos los países aspiran a tener un crecimiento económico alto y sostenido, pues así es mucho más factible la reducción de la pobreza y la expansión de oportunidades para todos los ciudadanos.

Ante el desafío de cómo conseguir aumentar el crecimiento económico venezolano, un diálogo abierto con una pluralidad de opiniones aportaría soluciones al esfuerzo de construir  una estrategia de crecimiento bien definida.

Venezuela es un país inmensamente favorecido por Dios con recursos naturales. Pero la  riqueza debemos crearla, y el estado tiene una inmensa responsabilidad para poder lograrlo y para vivir mejor, sí entendemos que debemos producir más, dándole oportunidades a la gente, que produzca en el campo, en la ciudad, con seguridad jurídica, con leyes, reglas justas, oportunidades para todos, y tranquilidad para la nación.





Según datos de la Starwood, el promedio de edad global de los millonarios en el mundo oscila entre los 66 años. Los chinos con 39; los rusos: 46; estadounidenses: 53 y los brasileños 53. Y según la Agencia Tributaria de Estados Unidos. (Actualmente las mujeres poseen 48% de la riqueza personal de Estados Unidos, pero esto podría aumentar a 60% para el año 2025). En china, 30% de los millonarios chinos son mujeres. Y en Venezuela…?.

Ahora bien, la respuesta a la pregunta de ¿por qué hay países ricos y pobres?, ha ocupado a los más diversos pensadores y se puede analizar desde distintos puntos de vista. Sin embargo,  el filósofo y economista escocés, Adam Smith, hizo consideraciones particularmente acertadas sobre la prosperidad de los países en su obra clásica, una investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, escrita hace doscientos treinta y nueve años. Se considera que el documento de Adam Smith fue el primer estudio formal de economía moderna, publicado en 1776 plantea principios que mantienen su validez a través del tiempo pero que muchos parecen ignorar.

El libro tiene imprecisiones propias de su época y argumentos que hoy parecen simples, pero nadie puede rebatir que el ahorro, la inversión y la expansión del comercio, así como las finanzas públicas sanas, favorecen la riqueza de las naciones. Los gobiernos que gastan más allá de sus ingresos generarán deudas con fuertes cargas para las futuras generaciones, y terminan por secuestrar las oportunidades a todos.