En 6 horas vendieron 512.00 paquetes de pañales que en otra época habrían durado 2 años en el supermercado
En un supermercado de una cadena privada, situado en Guarenas, implementaron el marcaje del dedo meñique con tinta indeleble para controlar la compra de productos alimenticios, de aseo personal y detergentes a precio regulado.
El comercio fue tomado por el Ministerio Público, la Guardia Nacional Bolivariana y la Superintendencia de Precios Justos después de que el domingo se presentaran hechos violentos entre clientes que permanecían en fila a las afueras del comercio cuando llegó un despacho de leche.
Misael Pernia, gerente del establecimiento, informó que las autoridades tomaron la medida “para prevenir la anarquía y descontrol entre los clientes al momento de recibir la mercancía”.
“Cerramos el acceso por la puerta principal y abrimos la de emergencia que está en uno de los laterales del supermercado para poder controlar la entrada de los clientes cuando llegan productos a precios regulado”, dijo.
Indicó que una vez que el cliente está en la entrada del comercio le marcan el dedo para que ese día no vuelva a comprar. “La decisión nos ha ayudado a reducir, un poco, el número de bachaqueros”, aseguró.
Informó que recibieron 800 bultos de pañales, que equivalen a 512.00 paquetes, que en otra época habrían durado en el establecimiento por lo menos 2 años. Sin embargo, se agotaron en 6 horas. Situación similar se presentó con el café. Llegaron 500 bultos, que corresponden a 1.500 kilos, y lo vendieron en 3 horas. También pasó con el detergente en polvo. Le despacharon 3.360 paquetes y apenas duraron 2 horas.
El gerente aseguró que antes efectuaban entre 3.500 y 3.800 operaciones en las cajas registradoras al día y ahora entre 5.500 y 6.000. “El número de clientes ha crecido, pero en ocasiones son los mismos que vuelven varias veces al día. Ya hemos identificado a algunos”, apuntó.
Agregó que los días de mayor venta correspondían al fin de semana, sábados y domingo, pero ahora es de lunes a viernes porque es cuando les despachan la mercancía.
Maritza López, cliente, dijo que la medida le parece buena para evitar que los revendedores se sigan llevando los alimentos. “No es posible que traigan mercancía y no dure. Después de que uno pasa horas en cola no encuentra nada”.
Armando Guzmán, otro consumidor, afirmó que la iniciativa no tiene mayor peso. “La gente busca la salida. Van y se lavan el dedo con lo que consiguen y vuelven a entrar. Esta no es la solución”, aseveró.
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