En una Venezuela agobiada por la constante caída del precio del crudo y una escasez e inflación galopantes, el primer mandatario nacional, Nicolás Maduro, acude a esta cita anual tras su gira de casi dos semanas por siete países en busca de apoyo financiero y de una respuesta común para reflotar el precio del oro negro.
El heredero político de Hugo Chávez también se enfrenta a su popularidad más baja en sus casi dos años de gobierno, cuando el oficialismo podría perder la mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas del ultimo trimestre de 2015, según las encuestas.
La escasez de un tercio de los productos básicos de alimentación e higiene (el sector farmacéutico habla de la falta de mas de la mitad de las medicinas) es el problema más grave en el país según encuestas de diciembre pasado, superando incluso la criminalidad pese a que Venezuela tiene la segunda mayor tasa de homicidios del mundo.
El síndrome de los anaqueles vacíos, únido al astronómico déficit público calculado en 20% del PIB en 2014 –que llevó al gobierno a imprimir bolívares para mantener el gasto– han disparado la inflación a 64% durante los últimos 12 meses.
Pero en 2014 la economía también sufrió una contracción de 3,9% a causa del brusco descenso en las asignaciones de divisas a las empresas privadas, dentro de un control de cambio vigente desde hace 12 años.
El modelo de control de las divisas, a juicio de analistas, ha llevado a una sobrevaluación del bolívar ante el dólar en el mercado oficial, y fomentado la corrupción y la fuga de capitales.
Y el país con las mayores reservas de crudo del mundo, que pese a la bonanza petrolera de la última década con precios de 98,08 dólares el barril en 2013 y 88,42 dólares en 2014, actualmente solo dispone de poco más de 20.000 millones de dólares en reservas internacionales.
Aunado a ello, el país acumula miles de millones de dólares en deudas comerciales con proveedores de bienes como alimentos, medicinas y equipos médicos, en servicios como aerolíneas, y en deudas financieras por bonos y préstamos.
Esas obligaciones con proveedores internacionales condujeron a un desplome de las importaciones, lo que se ha traducido en la actual escasez debido a la alta dependencia de Venezuela de los mercados exteriores.
AFP