Vendedores del Mercado de Los Bloques, de Maturín, incrementan hasta tres veces el precio de la carne. Algunos carniceros argumentan que tienen que variar el precio, ya que la inflación les devora el capital de trabajo. El ajuste es de diez bolívares más, en comparación a como la venden los frigoríficos actualmente. La Prensa de Monagas
Uno de los carniceros, Freddy Gónzález, explicó que recibe tres veces a la semana el pedido, pero cada vez que le llevan la res, tiene un precio diferente.
“Los camiones vienen directo del matadero. Siempre el mayorista nos aumenta el precio, por eso no hay una estabilidad”, manifestó.
Otro de los vendedores, Jorge Martínez, alegó que la carne no ha aumentado tanto en comparación con los establecimientos privados.
“Las personas aún compran más barato en las carnicerías que están dentro del mercado”, sostuvo.
Por su parte, los consumidores tratan de estirar el dinero; aún visitan el mercado para comparar precios y tratar de conseguir montos accesibles a su bolsillo.
El kilo de carne de primera en Los Bloques se encuentra entre 350 y 370 bolívares, mientras que la carne de segunda, oscila entre los 300 y 320 bolívares el kilo.
Mientras tanto, un kilo de lomito se puede conseguir hasta en 600 bolívares.
Los pobladores exigen una fiscalización de los precios para frenar la especulación.
Al cierre del año pasado el costo de la carne se mantuvo por debajo de los 300 bolívares.
Otra realidad
Fuera del mercado el kilo de carne está costando 450 bolívares.
Los comerciantes aseguran que el kilo de lomito puede llegar a costar hasta mil bolívares, según las proyecciones que manejan.
“No hay garantía de que se estabilicen los precios o que tiendan a bajar, por ahora la tendencia es que continúen aumentando, porque los mayoristas ajustan los costos siempre”, expresó uno de los consultados.